La nueva educación

Una de las lecciones que nos ha dejado esta global pandemia ha sido la irresponsabilidad de comportamiento de muchos jóvenes. Ejemplo de ello son las imágenes de fiestas, de botellones... Adolescentes reunidos y saltándose el cumplimiento de cualquier tipo de normas u horarios. Violentas peleas y acoso escolar, grabados para ser difundidos de modo jocoso a través de internet. Se impone preguntarnos qué hemos hecho mal para que las nuevas generaciones actúen de ese modo. ¿No será que hemos fracasado en la educación en los últimos tiempos? ¿No habrá sido muy pernicioso tanto bombardeo ideológico y tan pocas exigencias académicas? No podemos olvidar las dosis de adoctrinamiento cotidiano a las que se ven sometidos nuestros hijos a través de los medios de comunicación. Se trasladan mensajes equívocos a través de programas basura en que se ridiculiza la moral tradicional. No hace falta esforzarse para triunfar en la vida. Todo está permitido en aras de una falsa libertad. ¿Arreglará algo la nueva Ley Celáa o vendrá a agravar anteriores vicios? La enseñanza está cada vez más enferma. Al albur de las banderías políticas. ¡Y no la curará ninguna ley que propugne a la vez la disgregación y el aprobado general!