La mochila de tu vida

Aún resuenan ecos de consternación sobre nuestras consciencias acerca del el suicidio de una famosa. Pienso en esas personas que banalizan la educación emocional dentro de las aulas. Docentes, obsesionados con dictados y raíces cuadradas, que se olvidan de enseñar a gestionar la vida a su alumnado y familias que se ríen y critican las “tonterías” que hace el maestro de educación emocional, que sólo sirven para perder tiempo en clase; esas personas hoy lloran a Verónica Forqué. Los casos de trastornos mentales entre menores en nuestro país se han triplicado en los últimos 3 años y, aproximadamente, el 15% de la población infantil presenta trastornos psicológicos que, además de afectar a su vida social, disminuyen sus oportunidades educativas, vocacionales y profesionales. Existe, además, una continuidad entre los trastornos mentales infantiles y los de la vida adulta, por lo que intervenir y prevenir desde las edades más tempranas constituye un factor diferencial a la hora de gozar de bienestar emocional y una buena salud mental en la edad adulta. Verbalizar las emociones, trabajar con resiliencia, aprender a gestionar la ira, tomar el control de sí mismo y acompañar a nuestros jóvenes en su descubrimiento personal y social es una realidad que debe estar presente en la escuela para evitar sufrimientos venideros.