La jiennense que esparcía lo bello

    15 mar 2021 / 11:29 H.
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    En una semana que huele a violetas, teñida de género y de protestas, no puedo dejar de echar la vista atrás y, en la víspera de su nacimiento hace 176 años, traigo a la memoria el recuerdo de Patrocinio de Biedma, a quien la vida le dio una buena dosis de cal y de arena. Una mujer de la nobleza andaluza, que no tuvo más remedio que sobreponerse a la muerte de sus tres hijos y a la de su marido, cuando tan sólo tenía 28 años. Refugiada en la escritura como columnista para varios periódicos, logró salir adelante en el Begíjar de antaño. Sin embargo, movida por la inquietud se traslada a Cádiz, donde comienza una prolífera carrera como escritora. Su obra refleja sus preocupaciones y sus inquietudes por la lucha feminista. Sin duda, una mujer emprendedora, innovadora y progresista que supo mostrar y defender que las mujeres también podían estar en campos tan poco usuales para la época como la investigación, las ciencias o el periodismo. Admirada por la cultura española en el siglo XIX, pasa desapercibida a los ojos de la sociedad en los siglos posteriores, a pesar de que su afán, como declara en su revista Cádiz, era “esparcir por el seno de nuestra sociedad el sentimiento de lo bello”.

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