La gran prioridad

En una entrevista al escritor Manuel Vicent, le escuché hablar de la violencia como argumento cardinal. La fuerza no es la respuesta pero, explicaba Vicent, si apuntan a alguien con una pistola no se necesita más contexto. Crisis climáticas y geopolíticas han propiciado guerras como la de Siria, adoptando la Unión Europea una postura de “solidaridad flexible” con los migrantes que huyen buscando asilo. La unanimidad institucional, que empezó a tambalearse antes del Tratado de Niza, se ha sustituido por una mayoría cualificada para evitar bloqueos mientras el Pacto Verde Europeo pretende combatir a medio plazo el cambio climático. Precisamente este es el problema que más no acucia, la forma de progresar de forma sostenible gracias a unas materias críticas que solo podemos obtener de países que, precisamente, no pertenecen a la Unión Europea. Con la naturaleza no se puede pactar, es el contexto que puede provocar hambrunas y crisis de todo orden, la inevitable respuesta a personas que dividen un mundo que no les pertenece con escuadra y cartabón. Si no cooperamos a nivel mundial, no quedaran decisiones que nuestros hijos puedan tomar.