La feria independiente

    21 oct 2019 / 09:04 H.

    Al igual que el femenino de zorro golpea en la frente del lenguaje inclusivo, imaginas al feriante como el señor que infla globos e intenta distraerte mientras lanzas el dardo, pero ¿en qué piensas si te llamo ferianta? De forma paralela, una persona independiente es la que, cualquier padre con visión de futuro, queremos como hijo mayor. Sin embargo, en la feria del independentismo, no todo son futuros de ensueño. Estamos en una noria cuyo bucle auto inducido e infinito sin solución. Ni visos de encontrarla, políticos mediante. Hará uno años, algunos visionarios (ilusos y agoreros)ya decíamos que eso de imponer el catalán, oh bendita incisión e inmersión lingüística, aquello de conceder tantos y tantos beneplácitos fiscales y competentes, por incompetentes, a cambio de un puñado de votos, esto de pensar que el modelo vasco era la solución, eran vergonzantes y hasta vergonzoso. Pero quedaba tan lejos pensar en el escenario que hoy contemplamos...Y es que hay mucho sin oficio que vive del rollo independentista. Mola eso taparse la cara y ser rebelde. Con causa. Me recuerda a cuando mi hija me pide, me exige con tanta vehemencia aquel juguetito. Casi por eso de no oírla más, se lo concedo. A los minutos lo deja tirado...¿y ahora qué? ¿Nos vamos de feria? ¡Depende!