La esencia de la vida

La esencia de la naturaleza, es la búsqueda de la felicidad, así es, a pesar de que la madre naturaleza como creadora, nos someta a destinos de los cuáles resarcirse como mujeres y seres racionales que somos, sea a veces difícil, otras imposible. Aunque sea comenzar una batalla con los estamentos establecidos en esta absurda sociedad, donde los roles del “azul y rosa” están demasiado demarcados, con oficios, estudios, publicidad. Todo lo que genera diferencia de sexo, vende. Para mantener esa esencia debe de existir un equilibrio en todo, incluidas la moléculas que nos forman, una alimentación sana para el cerebro y un entrenamiento supremo para el alma. En nuestro caso, en el de ser féminas, el esfuerzo por mantener nuestra índole auténtica es un trabajo elevado a una máxima potencia. Parece que el estoicismo debe de estar escrito como lema de mujer y debemos de ser juncos, juncos que nunca se tronchan por fuerte que sea el tornado que nos intente absorber. La ética estoica propone que la felicidad, implica vivir conforme nuestra naturaleza racional individual, y digo yo: quizás deberíamos abrazar el escepticismo, dudar y desconfiar del sistema en toda su extensión, como punto de inflexión.