La escuela y la familia

Por mucho que se empeñen los políticos, los colegios e institutos tienen como misión fundamentalmente, enseñar, y de paso formar, mientras que educar, lo que toda la vida se ha llamado educar, eso es función de las familias y se ha de realizar en las casas, en los hogares. Por mucho que se empeñen esos a los que me he referido antes en fomentar los hábitos saludables por ejemplo, con el consumo de frutas en los colegios, si la madre o el padre le da el bollicao, la palmera de chocolate o el bolsón de patatas crujientes con sabor a ketchup a cualquier hora del día y de manera desmesurada e indiscriminada, nada de lo que se hará en el colegio servirá. Y por mucho que se empeñe la sociedad actual en que la escuela sea el eje fundamental de la educación de los niños, eso no ha sido así ni nunca lo será. La educación cada vez se ausenta más en los niños, jóvenes e incluso adultos en los tiempos que corren. En la escuela se enseñan contenidos, se enseña a pensar, se enseña a estudiar y se enseñan otras muchas cosas; pero la familia es la base de la educación del niño. Pero parece que hoy en día no lo ven ni los propios padres y madres.