Información adulterada

    11 nov 2020 / 16:29 H.
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    Mucho se está hablando, especialmente, en los últimos tiempos, de los negacionistas. Aquellas personas que eligen negar la realidad para evadir una verdad incómoda. No es mi caso, pero bien es verdad, que, con el vaivén de la crisis sanitaria internacional que estamos viviendo, y la aptitud que los políticos adoptan al respecto, nos lo están poniendo muy difícil. En nuestra memoria quedará aquellas palabras del archi conocido Fernando Simón, en la rueda de prensa que dio, al referirse a la manifestación del pasado 8M. “Si mi hijo me pregunta si puede ir, le diré que haga lo que quiera”. Por aquel entonces, no existía la distancia de seguridad. Se trataba, con semejante afirmación, de tranquilizar a la población, y transmitir el mensaje de que, con las aglomeraciones, no se transmitía el virus. Después pudimos comprobar que no había nada más lejos de la verdad, pero había que salvar a toda costa esa celebración feminista politizada Por parte del mismo señor también se nos dijo que las mascarillas no surtían ningún efecto para evitar el contagio. Pero claro, el problema estaba en que no había suficientes mascarillas para todos los españoles. Actualmente, estamos obligados a usarlas, bajo multa en caso de incumplimiento. Ahora toca la vacunación de la gripe. Se nos aconseja a diestro y siniestro que nos vacunemos porque ello podría tener beneficios ante el covid 19. Que es un escudo para esta pandemia. Se montan campañas publicitarias para hacernos llegar este mensaje. En la radio se escucha a diario. El Ministerio de Sanidad recomienda que nos la pongamos. Pero nuestros médicos de cabecera nos dicen que no hay. Que habrá suficientes dosis para los ancianos, mujeres embarazadas y personas de riesgo, y que, para el resto de población, habrá que rifarse las dosis que queden. Haciendo un esfuerzo puedo entender las primeras posturas que se adoptaban al inicio de esta situación, y que después se han comprobado que no eran las correctas. Es el caso del 8M, distancia de seguridad y mascarillas. Pero no entiendo las recomendaciones de la vacuna de la gripe, cuando obviamente saben que no hay 44 millones de dosis. En definitiva, lo que no llevamos bien la ciudadanía, es la falta de información veraz y la confusión en los datos proporcionados por las autoridades, e, incluso, contradictorias, pues ello nos causa falta de credibilidad y las reacciones de rebeldía frente a la autoridad.

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