Hijo de porquero

    24 oct 2022 / 17:03 H.
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    Hijo de porquero”. Así es como dice Juan Roig, el mayor accionista y presidente ejecutivo de Mercadona, que quiere ser reconocido. Eso es sencillamente un reconocimiento a sus padres, a sus orígenes humildes, a las carnicerías de pueblo que serían el germen de lo que hoy es la empresa conocida por todos. No me interesa el capital que tenga. Sí me importa la trayectoria que algunas personas han seguido para triunfar en la vida. Sí me importan los resultados que se obtienen cuando el esfuerzo y el trabajo se empeñan en alcanzar unos objetivos. Sí me importa porque alrededor de noventa y cuatro mil personas tienen trabajo gracias a él. Ya basta de demonizar el dinero y crear un caldo de cultivo peligroso que enfrente a “ricos” y pobres. ¿Cuántas personas con inteligencia y con los suficientes medios a su alcance han abandonado sus estudios y no han conseguido nada? ¿Por qué no les pedimos cuentas? No lo entiendo, como tampoco comprendo a los que iban a residir en pisos de noventa metros y se han adaptado a hacerlo en un chalet de un millón de euros. Está claro que lo que molesta es que el dinero lo tengan los demás. De cada diez empresas, ocho son de capital privado. Valoremos su esfuerzo.

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