Ganaron sus nietos

Tiene un gran “encaste” jurídico: hija, madre, hermana, sobrina y prima de juristas de primera, cosas del agua de Montefrío; de Juan, su padre —¡el juez de Jaén!— recibió los conceptos y la humanidad que debe usar quien pretenda hacer justicia o cooperar con ella. Natividad Ruiz Rico Ruiz Morón —Nati— no podía dedicarse a otra cosa; de las Carmelitas fue derecha al patio del Padre Suárez de la Facultad, al preparador —como tantos de su raza— y, de un tirón, 45 años de Secretaria Judicial, casi todos en Jaén, tras breve purgatorio catalán, con su Agus y ¡a hacer juristas! salvo una que le salió médica. Con todo lo que habla —herencia materna— no sé cómo ha podido aguantar miles de horas de Sala, en silencio. Su oficio lo ha desempeñado como solo un Ruiz Rico sabe hacerlo; no ha necesitado ser LAJ, ni de las nuevas competencias, para hacer cada día la justicia que a su órgano se le demandaba, documentar, impulsar, ordenar el proceso, proponer, ayudar al juez, acoger a los profesionales y usuarios y servir —esa virtud tan rara hoy— en las administraciones. Ahora, tras el maldito bicho, sus nietos han ganado y con su feliz marcha pierde, de nuevo, la denostada Administración de Justicia.