En evidencia

Recuerdo que, en una ocasión, volviendo de un viaje, hablando con un compañero boliviano, me decía con completa convicción: ¡qué nación más rica y avanzada tenéis! Efectivamente, España es un país moderno, rico, avanzado, perfectamente organizado. Pero no está preparado suficientemente bien para dos cosas; una, para la defensa del territorio, pues nuestros efectivos son escasos en comparación con los de otros países, aunque eso lo suplimos con nuestros aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y, sobre todo, con el carácter históricamente aguerrido de los Ejércitos de España, porque eso lo llevamos en la sangre. Pero la otra cuestión para la que no estamos suficientemente preparados es para las inclemencias extremas del tiempo. Filomena nos ha puesto en ridículo; mejor dicho, la naturaleza nos ha puesto en ridículo; o mejor dicho aún, podríamos hasta pensar que Dios nos ha puesto en evidencia, porque nos creemos que todo lo dominamos cuando eso no es cierto, sobre todo desde Madrid, donde hay muchas personas “poderosas” que no temen ni a Dios ni a los hombres, pero que no saben, porque en verdad son unos pobres, que Dios es quien tiene el poder para someterlo todo.