Fervores

    14 abr 2020 / 16:28 H.
    Ver comentarios

    Hemos pasado días de pasión para los católicos, para los andaluces, para los hábitos de un país que celebra los ritos religiosos mezclados con tradiciones paganas, que los enfervorizan. El fervor no es solo sinónimo religión, sino además, significa pasión, admiración, entusiasmo, exaltación... El sentimiento surge espontáneamente y, como por un resorte, se sublima en una manifestación popular de apoyo a cualquier causa. Es lo que ocurre en España todos los días a las 8 de la tarde. Una energía tal recorre nuestros cuerpos anquilosados, confinados y parados, que se sublima en aplausos, vivas, músicas y sirenas, que llegan directamente al corazón de nuestros cuidadores, sea cual sea su rango o tipo de ayuda. Recuerdo haber vivido otras veces ese fervor, esa comunión de nuestro pueblo: las manifestaciones del día siguiente al 23F o los días en que nos confinábamos voluntariamente, con el corazón en un puño, esperando encontrar vivo a Miguel Ángel Blanco. Los españoles somos capaces de lo mejor, sin pensar en claves políticas, ni egoísmos personalistas. Lo peor ya lo tenemos. Lo mejor se traduce en hermanamiento, solidaridad, apoyo. Es lo único que nos puede salvar de esta incomprensible pandemia.

    Articulistas