Fascismo en libertad

Quieren hacerse llamar el centro-derecha política de este país, pero su ideología, sus formas y su constante negación a cualquier avance que nos lleve a una igualdad social y haga más justa nuestra democracia, los pone de regreso al punto de salida, junto a sus parientes de Vox, y sus tránsfugas colegas de Ciudadanos. Fue el Partido Popular, cuando se llamaban AP, los que votaron en contra de la Constitución porque nunca les ha hecho mucha gracia la palabra libertad. Después, y a cada una en su momento, fallaron también en contra de la ley del divorcio, la de la interrupción del embarazo, la del matrimonio igualitario, la ley de eutanasia y contra la de la violencia de género. Todas ellas, menos esta última, leyes no coercitivas, que solo implican respeto hacia las personas que libremente quieran hacer uso de cualquiera de ellas. Situados pues en la derecha extrema de España y de Europa, se nombran a sí mismo como un partido liberal que defiende, además de los intereses capitalistas, la doctrina neo- fascista y nazi, de la que tanto han mamado y a la que quieren pontificar como si fuera parte de una democracia plena.