Enrique Acisclo. El rigor

Vino a “currar” hace muchos años, debutó con José Luis Ruiz de Marcos en el nacimiento de la cajita de Jaén, aquel sueño de buenos jiennenses que, pese a su solvencia, no pudo ser. Muy pronto —tenía 31 años— lo trajo Álvaro López a “desfacer entuertos” en Caja Rural y ahí sigue, sin dar un ruido ni pretenderlo; rara vez sale a los medios a mostrar su sapiencia financiera, para tranquilidad de muchos, se dedica “full time” a la gestión y administración prudente de nuestra Caja Rural; diseñar y proponer estrategias de expansión y fortaleza. A su proverbial rigor y saber marcar los tiempos se debe que el Consejo y el presidente hayan alcanzado todas las metas propuestas y a su tesón, el saneamiento del balance y el puntual cumplimiento de sus obligaciones; solo él se ocupó de levantar la losa del préstamo/“ayuda” del Banco de España “a estilo Jaén”, billetes cada vencimiento ¡cuántos no pagaron! Saneados sus números, Caja Rural ha podido crecer y ayudar, cubrir huecos y necesidades, cuando otros, anteponiendo su dividendo a servir a la gente y a los pueblos, se fueron. Y llega la Fundación, que es —hoy por hoy— el único gran mecenas de esta provincia abandonada. ¡Muchos como tú!