En el juego político

06 may 2019 / 12:31 H.

Bastar con hacer un repaso al álbum de fotografías del Partido Popular de Jaén de hace un año para comprobar el cambio en los protagonismos de una fuerza política eclipsada por el rojo socialista en las últimas elecciones generales. Quienes estaban en primera línea no aparecen, ahora, en las imágenes, en los vídeos y en las redes sociales de quienes aspiran a coger la sartén por el mango en la próxima cita con las urnas. Las ausencias en la próxima campaña, la que conducirá hasta el 26 de mayo, hablarán por sí solas.

En unos tiempos demasiado convulsos para el azul del charrán, está claro que quienes se empeñaron en alejar el cáliz de José Enrique Fernández de Moya del Ayuntamiento lo consiguieron. No hay reminiscencias del expresidente en la candidatura con la que Javier Márquez concurrirá, por primera vez, a la Alcaldía que dirige en la actualidad. Sus discípulos se tuvieron que buscar las “habichuelas” fuera de la capital. Por imperativo casi legal. Otros, directamente, se quedaron fuera del juego político por cuestiones más personales.

Ejemplos. El nombre de Yolanda Pedrosa aparece de “complemento” en la lista del Partido Popular de Cárcheles, donde la renovación es integral, después de la estampida de su alcalde, Enrique Puñal, a las filas de Ciudadanos. Manuel Heras, que anunció con tiempo su intención de apartarse de la política para formarse en su oficio, acompaña a la candidatura de Bedmar y Garcíez. Lo mismo que Juan Carlos Ruiz, el número 9 en Campillo de Arenas. Otra más: la exsubdelegada del Gobierno, Francisca Molina, está en los últimos puestos de la lista de Jódar.

Hay dos ejemplos bastante más llamativos, fundamentalmente por la posición en la que aparecen en las candidatura. Se trata de Rosario Morales de Coca y de Miguel Contreras. La exandalucista, que fue “rescatada” por José Enrique Fernández de Moya, es la número 2 de la lista de Santiago de Calatrava, por lo que lo más probable es que, con esta estrategia, busque acomodo en la Diputación Provincial. Lo mismo que su compañero. El actual coordinador provincial aparece el segundo en Bedmar, el municipio natal, precisamente, del líder socialista en la provincia, Francisco Reyes. Curioso. El caso de Miguel Contreras merece capítulo aparte. Todos conocen, dentro y fuera del Ayuntamiento de Jaén, sus desavenencias con Javier Márquez prácticamente desde que llegó a la Alcaldía. Sus roces internos daban por sentado que el alcalde no tenía previsto contar con él en su nuevo equipo y, visto lo visto, ni en el suyo ni en otro.

El caso es que Miguel Contreras estuvo en todas las quinielas. La búsqueda de una salida honorable del Ayuntamiento hizo que su nombre estuviera en la mesa del Gobierno andaluz, cuando Juan Manuel Moreno Bonilla se convirtió en presidente. También en la de Maribel Lozano, tras su nombramiento como delegada en Jaén. Y, después, hay quienes hicieron lo posible para que encabezara la candidatura del Congreso de los Diputados. No pudo ser. Ni de primero ni de segundo. Y, de tercero, ya se sabe cómo quedó la cosa en las elecciones recién celebradas. Tampoco hubo opciones para el Senado, porque el actual alcalde, con fuerza en la dirección nacional, levantó la mano para buscar seguridad en Madrid y todos achantaron la “mui”. Está claro que si Miguel Contreras va en la candidatura de Bedmar es porque así tiene la oportunidad de continuar en política, en este caso en la Diputación. Lo mismo que la vicepresidenta de esta institución, la linarense Pilar Parra, que aparece en la lista de Larva. Así está la cosa.