En 2021 un volcán cayó y nos calló

    30 dic 2021 / 17:21 H.
    Ver comentarios

    Se calla el volcán. Se silencia la tierra. Empieza el ruido de 2022. He visto fotos de casas en la Palma que parecen una postal navideña de nieve gris. De nieve oscura, nocturna. Es ceniza que absorbe la luz. He visto vídeos de la Palma con el rojo quemando el color naranja. Y a la tierra andar como un ogro negro. No puedo oír el tremor, ni sentir el temor, ni respirar ese humo negro. Todos hemos reflexionando viendo el volcán de Cumbre Vieja, ese roto en la montaña y ¿si yo me tengo que ir de mi casa? ¿Qué dejo? ¿Está toda la documentación en ese cajón? ¿Cómo empezar de nuevo si han perdido también el trabajo? ¿Cómo seguir sin su casa? ¿Cómo pasear por un sitio que ya no conozco? Aunque no quiera las desgracias ayudan a elaborar un examen de pros y contras. Y en Navidad con el cambio de año calibramos la balanza de lo malo, de lo bueno y de lo regular. Este año en mi libro de sugerencias y reclamaciones, me sugiero a mí misma, no quejarme tanto. Comienza el libro del 2022 y no sé cuántas narices y a cuantos carajos nos mandará, pero sé que en la primera página aparecen los propósitos y en las siguientes la oportunidad de ser mejores.

    Articulistas