Empiezan las rebajas

Les he contado en más de una ocasión aquellas noches del 5 de enero, cuando el siempre recordado Tejidos Gangas cerraba tarde sus puertas por la venta de juguetes y artículos de regalo, el equipo de escaparatista que yo dirigía formado por Esteban, el inolvidable Manolo, Diego y Sebastián, nos entregábamos hasta el día siguiente a la tarea de desmontar y retirar la decoración navideña de seis plantas y proceder a instalar escaparates y cartelería en todas las secciones para dar inicio, el día 7, a las rebajas de enero. Una promoción como yo no recuerdo jamás, porque tanto el director, José Fernández Palomo, como el gerente, Roberto Ruiz, grandes conocedores de los secretos de un buen comercio, ponían todo su afán en presentar una innumerable variedad de artículos a precios realmente interesantes. Hoy, día 7, cuando entonces se inauguraban, las rebajas ya llevan muchos días existiendo. Comerciantes y clientes ya obtuvieron sus ventajas aunque se suele recurrir a unas rebajas sobre rebajas para seguir liquidando artículos y haciendo caja. Así que cuando titulo que empiezan las rebajas no me refiero a las tradicionales. Las rebajas que se inician hoy amenazan con ser perniciosas, graves, incluso podrían resultar trágicas porque son las rebajas que empezará a imponer el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, alcanzado tras acuerdos y pactos vergonzantes, que jamás podrían pensarse en una democracia, porque está avalado y sustentado por los enemigos de España y presidido por el gobernante más hipócrita, embustero y ambicioso de cuantos hayamos podido conocer a lo largo de 40 años de democracia. Un gobierno que ha sido posible —aunque por los pelos— con el apoyo de etarras, separatistas y un Pablo Iglesias que manifiesta la misma falta de escrúpulos que Pedro Sánchez con tal de llegar al poder. Mucho se habla en la actualidad de la España vaciada, quiera Dios que pronto no empecemos a lamentarnos desconsoladamente de la España destruida. De momento, éste es el triste presentimiento que preocupa a la inmensa mayoría de los españoles, que parecen interesar muy poco a los que han apoyado la presidencia ya oficial de Pedro Sánchez. Cuesta creer que un partido histórico, serio, necesario, siempre involucrado con la igualdad y el bienestar general de los ciudadanos, como lo ha sido el socialista, haya admitido en silencio los turbios manejos de su líder.