El volcán del SAS

Con la vista fijada en La Palma pasa desapercibido el volcán que ha erupcionado en Andalucía. El motivo quizá haya sido que ha expulsado a sanitarios y no lava, ya se sabe las personas, los profesionales, no tienen el mismo peso informativo ni social, es más, el color de la marea blanca pasa desapercibido ante el rojo magmático. La colada de despidos en masa, 8000 no es cifra menor, no hará desaparecer pueblos, viviendas, explotaciones agrícolas, ni siquiera iglesias, aunque a corto y medio plazo hará temblar, eso sí que será un terremoto, la salud de miles de ciudadanos, incluso la vida de un buen número de ellos. Y mientras el tremor se hace cada día más evidente, los que en última instancia activaron esta erupción sacan pecho de la magnífica gestión que realizan. Mientras, hay unos que afilan sus garras con la erupción, los fondos buitre sobrevuelan sobre la sanidad privada conscientes del festín que se les avecina. Desarticular lo público para justificar la entrada de lo privado hará que el desastre se convierta en catástrofe. La sanidad andaluza, el nuevo volcán.