El universo de Sara

Hoy, hace un mes que el Festival de Otoño nos traía a Sara Baras con “Momentos” al Teatro Infanta Leonor. Cuando uno ve a Sara sobre un escenario, inevitablemente, es imantado hacia él en una corriente magnánima que te fusiona con lo que ocurre allí. Es ahí cuando su universo hace explotar una supernova frente a tus ojos, el resto del cosmos desaparece y te quedas solo frente a ella, con los cinco sentidos puestos en su danza, sintiendo el chispazo de su temperamento instaurarse en un lugar fijo en la parte derecha de tu cerebro, templando la respiración, gozando, y sintiendo el temblor de su epicentro que, por unos momentos, también es tuyo. Pero Sara que, además, se le intuye musa generosa, comparte el duende y la gracia que solo otorgan los dioses, con una compañía de la que tampoco podrás desprender tu atención. El quejío y el arte de raíces flamencas conforman un paisaje único que late en conjunto, cilíndricos y perfectos, en un tempo al aire, libre y salvaje. “Momentos” es, también, colores, porque la magia sabe mucho de ellos. Así, el azul eléctrico te llenará los ojos de energía, el rojo de fuerza y el blanco, hará en tus iris un espejo de luz. Es maravilloso orbitar en su galaxia. Gracias, Sara.