El tema de hoy

    20 dic 2020 / 10:38 H.
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    Todos los años, por estas fechas y desde esta columna, tenía claro que el asunto a escribir era la Navidad. Unas veces próximo al día de Nochebuena y otras al de Nochevieja, según fuese el sábado que me tocara salir aquí, compartiendo turno con mi amigo Paco Salas. Venía a contaros cosas que nos hicieran olvidar la crispación siempre presente en la política de los apolíticos de este país. Venía a hablaros de lo que cuesta ver pasar doce meses, con todo lo bueno y malo que trae el tiempo, e intentaba de una manera u otra, aunque fuese con la ficción de un cuento, resaltar la alegría y la felicidad que va en los genes de estas fechas tan entrañables y compartidas. Todos los años rescataba solo lo bello de entre los temas pendientes, para el lado derecho de esta página, como quien abre el cajón donde guarda las piezas del belén, la estrella, el árbol, las luces y las tiras de espumillón, para llenar de navidad su casa. Pero este año no vienen así las cosas. La pandemia que está cambiando el mundo a peor, nos obliga a tomarnos con mucha cautela la celebración de estas fiestas. Disfruten la prudencia y guarden salud para lo que sea que venga.

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