El relevo tranquilo

14 oct 2019 / 11:20 H.

No puso buena cara en aquella rueda de prensa en la que la diputada en funciones, María Luisa del Moral, con la complicidad del senador Javier Márquez, anunció que los candidatos al Congreso y al Senado repetirían experiencia. Amparada en una decisión de la dirección nacional, se adelantó con una noticia que desde la calle San Clemente se encargaron rápidamente de matizar. Cierto es que la directriz consistía, en líneas generales, en apostar por la continuidad. Lo que ocurre es que, como en todos los casos, hay excepciones y, en el específico de Jaén, blanco y en botella. El presidente provincial del Partido Popular, Juan Diego Requena, jugó sus cartas en una situación poco propicia para la confrontación y, a las puertas de unas elecciones generales, levantó la mano para convertirse en protagonista. Quedan muchos capítulos por escribir de una historia que hay quienes dicen que tendrá como trama principal un relevo tranquilo al frente de una fuerza política en la que la actual delegada del Gobierno, Maribel Lozano, llevará la voz cantante.

La polémica estuvo asegurada desde el minuto cero y, como en todo, hay tantas interpretaciones de un mismo hecho como voces encontradas. El alcalde de Santisteban del Puerto se quedó con la miel en los labios, el 28 de abril, para encabezar la lista al Senado por la provincia de Jaén y, a tenor de las circunstancias, fueron sus enemigos más íntimos quienes ganaron la batalla. Javier Márquez, el hombre fuerte en Madrid, lideró la candidatura y, para poner paz en una guerra sin final, sorprendió la irrupción de la profesora María Luisa del Moral como número uno al Congreso. Ni que decir tiene que las elecciones del 10 de noviembre son una excelente oportunidad para devolver la bofetada política que supuso para el presidente provincial quedarse arreglado y sin salir de “casa”.

El escenario actual poco tiene que ver con el que había hace seis meses. Otras elecciones, en este caso las municipales, modificaron las piezas de un enrevesado puzle que Pedro Sánchez se empeñó en descomponer con una nueva convocatoria que ahonda en el desaliento ciudadano. Todos saben, aunque callan, que hay quienes movieron sus hilos para garantizar otra revolución en la sede de San Clemente. La ocasión la pintan calva para solucionar un verdadero problema que va camino de enquistarse desde aquel fatídico congreso cerrado en falso.

El caso es que, mediara quien mediara, Javier Márquez continuará en el Senado y Juan Diego Requena se estrenará en el Congreso. La diferencia está en que el primero, escudado en la frase “una persona, un cargo”, deja su acta de concejal en el Ayuntamiento de Jaén y el segundo, amparado en la bendición de Pablo Casado, compatibilizará el cargo institucional con el orgánico. La oficialidad dice, eso sí, que dejará la Diputación y la Alcaldía, pero el trasfondo de la cuestión es que, pasado un tiempo, dimitirá también como presidente. La dirección regional sabe que no está el horno para bollos en el Partido Popular de Jaén y, consciente de que una gestora ahondará más en la herida, apuesta por una sucesión tranquila. Un inciso: la que se lio en el comité electoral provincial fue de órdago. El presidente, Gabino Puche, recibió tres listas diferentes y, ante una ocurrencia inédita que ahondó en el enfado, se abstuvo de elevar una propuesta al comité nacional y envió un escrito en el que los ponía a todos de vuelta y media.

Todo está por ver y por vivir, pero las circunstancias apuntan a que Maribel Lozano, mano derecha de Juan Manuel Moreno en la provincia, está llamada a tomar el relevo en la sede provincial.