Iglesia de San Miguel

    20 sep 2019 / 09:37 H.

    Creo que a todos nos pasa, que tiene que venir alguien de fuera para que levantemos la mirada del suelo y observemos lugares por los que hemos pasado mil veces, y que en realidad no conocemos. Cuando vamos de turisteo por otras poblaciones, procuramos que no se nos pase el más mínimo detalle, teniendo un comportamiento totalmente distinto en nuestra tierra, dando por hecho que la conocemos perfectamente, y en realidad, lo único que conocemos es el pavimento del lugar por donde deambulamos. Paseando por la Magdalena, ese embrujado barrio que te transporta al pasado, con sus empinadas y zigzagueantes calles estrechas, donde aún se pueden ver niños jugando y abuelos tomando el fresco sentados en las puertas de sus casas en sus sillas de anea cascando con los vecinos, y por el que aún se pueden escuchan expresiones como “vaya usted con Dios y la compaña”, o “que Dios se lo pague”. Por estas cuestas, me crucé con dos enamorados de Jaén, que me invitaron a acompañarlos en la búsqueda de la Iglesia de San Miguel.

    El interés era conocer en qué estado de ruina se encuentra la mencionada iglesia. En 2014 el azar quiso que ardiese un coche en la calle San Miguel, que se encontraba aparcado junto a una puerta de madera que daba acceso a los restos de la mencionada capilla, dejando a la vista las supuesta ruinas de la Iglesia; apreciándose que está en estado perfectamente recuperable, aunque al parecer, convenía que no se viese y así se ahorraban tener que oír al pueblo con las manías de rehabilitar las cosas viejas. Colocaron rápidamente una especie de puerta de chapa para ocultar su interior, aunque puede verse el precioso ábside con ventanas de ladrillo de reminiscencia mudéjar, que ha quedado al descubierto al derribarse una de las viejas casas que lo ocultaban, alzándose al cielo, como implorando que alguien se acerque a rescatarlo. La iglesia se encuentra embutida en una maraña de casas. San Miguel fue parroquia hasta 1843, coincidiendo con la Desamortización de Mendizábal, demoliéndose en 1874. A finales del siglo XIX se vende. Parte de sus piedras sirvieron para construir edificios anejos a la Iglesia. La fachada, obra del genial Andrés de Vandelvira, y en la que puede leer el año de su terminación (1561), fue desmontada en 1919 y trasladada al interior del Museo Histórico Provincial, donde la podemos disfrutar en perfecto estado, siendo la primera obra que se incorporó al mencionado museo. Desde distintos puntos del barrio (Plaza de San Miguel, calle Escalerilla, Lavanderas) se pueden ver los restos adosados a viviendas. Las redes, además se han encargado de airear fotografías del interior de estas viviendas.

    No se lo podrán creer, pero me han informado de la pérdida de 2,5 millones del fondo europeo para su rehabilitación, y vergonzosamente, ningún partido ha peleado por ello. La Asociación Hispania Nostra, en 2014 incluyó a la iglesia de San Miguel en su lista roja. Esta asociación se encarga de informar sobre elementos patrimoniales en riesgo de desaparición, y de la gestión de las candidaturas españolas en los Premios Unión Europea de Patrimonio Cultural. Nuestro actual Alcalde, Julio Millán, ha dicho: “en la convocatoria de este año están previstos 25,6 millones.

    El año pasado los ayuntamientos andaluces se llevaron 15 millones de euros para restaurar su patrimonio histórico, entre ellos los de capitales, como Almería, Granada o Córdoba. En Jaén, consistorios más pequeños que el de la capital, como Los Villares, Villardompardo y La Guardia, han recibido hasta un millón de euros para recuperar edificaciones de importancia histórica con cargo a estas partidas que no tienen coste para los ayuntamientos”. También indicó que tras conocerse el derrumbe de parte del ábside de la iglesia, se elaborará un informe para intentar la consolidación urgente de lo que queda en pie”. En el barrio a los restos de la iglesia se le conoce como “la casa de piedra”. Sí; de piedra hay que tener la cara para devolver subvenciones europeas, con lo sobrado que va económicamente nuestro consistorio.