El jiennense del año es...

Ese autónomo abnegado que se levanta al alba y, en sus quince horas de intenso quehacer, obtiene el mismo beneficio, o menos, que otros muchos que duermen y pasean sin intensidad.

Ese currito que madruga por las mañanas, come menús en carretera y besa ya dormidos a sus hijos, y todo eso para llegar, justos, a fin de mes.

Esa empresaria que antes de encender la cafetera ya comprobó el saldo del banco e hizo planteamiento de todo aquello que hay que vender.

Esa madre que besa a sus hijos junto la almohada, con desayuno listo y la casa lista.

Ese papi que aprendió a hacer trenzas, sonreír en la desdicha, y a cumplir con los horarios propios, familiares y ajenos. Ese policía que tras atender a esos que iban de fiesta, pero vinieron de lágrima, llega a su casa cantando el despertar. Esa cirujana que no puede temblar en sus decisiones quirúrgicas ni llorar narrando los errores de la vida.

Ese profesor que hace labores no propias pero abnegadas por el bien de la Humanidad. Y, en definitiva, tú, jaenero, jiennense, urgiense de bien que remas y remas, que luchas y sufres. Porque sabes que el futuro se escribe con J de Jaén, con letras del Abuelo, piedras de nuestra Catedral...