El frío en los cristales

Enero despertó de las pálidas sombras, de los sueños etéreos, de los aires del frío. El año nuevo nació entre sus manos, se despertó en la noche su latido. Los colores brillantes suspiran en las luces de las calles y plazas que ornándolas se visten de clara fantasía. Enero es un ensueño dulce en la mágica noche, cuando las tres figuras recorren los pueblos y ciudades pintando de ilusión nuestros anhelos. Enero es un balcón de caramelos que guarda una huella escondida, una pisada oculta, que ha traído sonrisas y regalos. La magia ha pintado de estrellas la noche de sorpresas, ha colmado de sueños el gris atardecer que ha despertado. La puerta del Condado nos trae al pelotero, y hogueras que se encienden en la tarde de invierno en la festividad de San Antón, patrón de los animales que halló en la naturaleza el amor de Dios. Jaén iluminado por las lumbres desdibujando sombras en la noche de invierno, hay un cantar en los pueblos que tienen este santo por patrón. Los montes y las sierras se han teñido de blanco, la escarcha se ha quedado dormida en nuestro suelo cuando la madrugada ha despertado. Los olivos suspiran con el frío en sus pies, y en sus ramas la noche ha dibujado la plata de la luna. El silencio de invierno entre valles, montañas y collados. Cuando despierta el alba los colores se plasman en el oscuro cielo, hay un rumor de aves que alegran nuestro entorno con sus trinos cantando. Jaén siente el aroma de su mejor regalo, el aceite que nace un año más, nos trae a nuestras mesas el sabor de sus campos. Enero se ha vestido con sus galas de frío, en un manto de armiño ya viene susurrando, trae el viento que sopla entre la tarde una canción de sueños, de suspiros que calan en la noche. Va dejando su aliento sobre la tierra, calles, plazas, senderos, campiñas y olivares. El frío es un cantar de realidades, es sentir ese manto de invierno que abrazando nos deja en un escalofrío los sentidos. Es una sensación que envuelve con su aliento de sombras que te calan. Es mirar el hielo en una fuente, ver el pétalo helado de una rosa callada. El invierno ha vuelto a mostrarnos su mirada en los cielos cambiantes, ha traído en los tules de la noche el frío en los cristales.