El camino del corazón

    28 jul 2021 / 16:08 H.
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    El pasado sábado tocaba limpieza de coche y así lo hice en una gasolinera. Allí me encontré con otro conductor que estaba haciendo lo mismo con su flamante coche recién comprado, un coche de alta gama que la mayoría decimos comprar si nos toca la lotería. Lo limpiaba con mucho esmero y de una manera exquisita, con guantes y utensilios que jamás había visto en semejante situación. Esto me hizo pensar; si la mayoría hiciéramos lo mismo en nuestras relaciones de cada día, el mundo sería mejor. Si cuidáramos con más esmero nuestras relaciones familiares, ¡cuántos malos ratos nos ahorraríamos! Si de verdad nos preocupamos por una educación de calidad con nuestros hijos, ¡qué buena siembra! Si en el trabajo abundara más la conciencia de dar lo mejor de sí mismo con actitud de agradecimiento, ¡qué buen ambiente construiríamos! Si en la amistad predomina la generosidad y el desinterés, ¡qué gran tesoro tenemos! Si cada vez que vamos a un comercio, al bar a desayunar, al médico o a comprar el periódico o un billete de tren, por ejemplo, lo hacemos con una sonrisa, ¡qué buen clima estamos creando! Así podemos seguir con infinidad de situaciones en las que un pequeño cambio de actitud provoca esa cordialidad que tanto ayuda a sentirnos bien unos con otros. El otro día leía que quizás no necesitemos nuevos caminos, lo que necesitamos es una nueva forma de caminar. Y en esa nueva forma de caminar nos puede sobrar orgullo, soberbia, sentimiento de superioridad, mediocridad, superficialidad, ignorancia, etcétera; y nos falte sencillez, humildad, receptividad, sentido común, formación, sabiduría, y más. No escribo esto como una queja, que ya bastante tenemos con los que hacen de la queja su bandera y justificación para no hacer nada; escribo esta pequeña reflexión porque pienso que, frente a lo material, cada día es una buena oportunidad para ser mejor uno mismo, no para luchar por ser mejor que los demás; “eso sí, cada vez que tengamos que elegir entre dos caminos, bueno es preguntarse qué camino es el que tiene corazón, quien escoge el camino del corazón no se equivoca nunca”. Tú eliges.

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