Descansar la mente

    25 jun 2019 / 16:48 H.

    Qué lejos se ve el fin cuando empiezas, pero qué rápido se pasa el tiempo cuanto ya se ha terminado. Esa es la ciencia del valor del tiempo, querer que pase deprisa para luego lamentar que ya ha pasado. Y lo curioso del proceso, es que una vez finalizado se empiezan a analizar resultados, normalmente siempre acompañados de alguna falta, de alguna carencia que seguramente podrían haberse salvado, o solamente acompañados de una nostalgia por lo irrecuperable. Hoy termina un año lectivo para muchos; lleno de aprendizajes, con o sin éxitos, con o sin expectativas cumplidas, pero lleno de experiencias que han marcado un tiempo pasado y un tiempo que vendrá. Gracias por la enseñanza, esa que alimenta pensamientos y los llena de salud. Gracias por esa preocupación constante de compartir conocimientos a pesar de hacerlos de una manera que seguramente no será la más adecuada. Por la dedicación y la responsabilidad de tener que llenar mentes hambrientas con necesidades diferentes. Un descanso no solo es merecido por el trabajo realizado, sino por pensar y preparar el siguiente. Y esta es la vida, un continuo terminar para volver a empezar, pero no de cero. ¡Feliz verano!