De temporales y política

    07 oct 2020 / 18:33 H.
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    Las palabras con el desuso van perdiendo sentido hasta casi desaparecer. Otras, por el contrario, ganan relevancia con el uso. Tal es el caso de dos de las acepciones de la polisémica temporal. Aquí en nuestra provincia concretamente, la palabra temporal referida a días de lluvia intensa y persistente, como en los años cincuenta-sesenta del siglo pasado, ha desaparecido. Aquello sí eran temporales. Hoy en día eso es rarísimo y solo se usa sarcásticamente cuando la ansiada lluvia se queda en nada. Efectos del cambio climático, al que, envueltos en otros temporales, no se le está tomando en serio. Esa otra acepción usada así en sentido metafórico, para aludir a escenarios difíciles como los de ahora, está en boga. Menudo temporal está cayendo. Y no solo por la covid-19. Justicia y política andan más que revueltas con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, necesaria por ley. Y me viene a la memoria Alfonso Guerra cuando dijo que Montesquieu (el padre de la separación de poderes del estado), había muerto. Razón llevaba y a la vista está. Las injerencias de unos poderes en otros son constantes, pero actualmente es descarado. Primero se coloca como Fiscal General del Estado a la que ha sido ministra de Justicia en el gabinete socialista, y ahora gobierno y oposición andan a la greña, incapaces de ponerse de acuerdo, por tratar de hacerse con la mayor cuota del poder judicial. Una pena, porque el que hizo la ley hizo la trampa. La necesaria mayoría de tres quintos en Congreso y Senado está muy bien para buscar el mayor consenso, pero aquí en España el consenso es una entelequia y conduce a situaciones como esta. El presidente ya habla de cambiar la ley para evitar estos bloqueos. Me parece excelente siempre que se busque esa independencia de poderes que hace más sana la democracia en un Estado de Derecho. Y desde mi ignorancia en estos temas, ¿qué tal si se deja que sean los mismos jueces y juristas los que se elijan entre ellos para conformar el Consejo que ha de regir la justicia en este país? ¿Qué tal si se deja de politizar la justicia evitando etiquetas de conservadores o progresistas entre los jueces? Quizás de esa manera se podría capear este temporal.

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