Cosas del fútbol

26 abr 2019 / 08:52 H.

Es lo que dijo Juan Antonio Anquela cuando hace unos días fue cesado como entrenador del Oviedo. “Me acusan de ser defensivo y ante el Córdoba marcamos tres goles y no ganamos. Son cosas del fútbol”. La prensa ovetense resalta que Anquela de despidió del club como un señor. No en vano ha pasado casi dos temporadas en el club ovetense. Son los resultados los que mandan y deciden. Y el jiennense nacido en Linares, formado en el Real Jaén, donde jugó desde 1978 a 1983, cuando fue traspasado al Elche, ha conseguido tener un limpio y destacado palmarés como entrenador, actividad que también inició en el club jiennense en 1997. Anquela ha dirigido ya bastantes equipos como el Alcorcón, Granada, Numancia y Huesca, ascendiendo a varios de ellos a Primera División. En Oviedo no tuvo suerte, pero a Juan Antonio le queda aún mucho camino por andar. Sí, son cosas de un fútbol que se manifiestan de muy diversos modos. Se dan estos momentos desagradables de ser cesados y se dan otros de desbordante y expectante emoción, como la que vive actualmente todo aquel que de alguna manera está ligado al futuro del Real Jaén. Nadie que sienta el calor de la ciudad puede estar ausente en este momento de la marcha del club blanco y del eufórico final que pudiera conseguir y del que está muy cerca. Tras una semana de descanso, en la que hubo tiempo para reflexionar detenidamente en lo que se ha hecho y en lo que queda por hacer, el próximo domingo se reanuda la Liga con la presencia del Antequera, un conjunto que salió de principio con el mismo proyecto que el Real Jaén pero que se quedó bastante descolgado del cuadro jiennense. El enfrentamiento está lleno de atractivos. Uno, el de vencer a un rival que en la primera vuelta endosó la mayor goleada de la temporada al equipo de Crespo. Otro, la posibilidad de que una victoria sobre el Antequera, un respetable rival al que el Linares debe enfrentarse en la jornada siguiente, podría significar para el Real Jaén la confirmación del liderato. No puedo pensar en otra cosa que no sea la de que el próximo domingo la afición blanca demostrará de verdad su fidelidad, sus ansias de apoyo, y el Estadio de la Victoria registre la mayor entrada de la temporada. Estos son los momentos en que el club precisa de la mayor unión y apoyo. Armar algarabías, sonar de trompetas y vítores desenfrenados cuando todo esté hecho, no tiene mérito. Cosas del fútbol.