Corazón de Olavidia

    31 may 2019 / 11:01 H.

    En Jaén somos ricos legatarios en cultura por distintas civilizaciones, y no somos conscientes del valor de su testamento plasmado en la tierra, en las piedras, en las tradiciones y en el ADN. Visitar cada uno de los 97 municipios de esta tierra es crear riqueza, es dar valor a nuestros pilares, es amar esta provincia y, por ende, no debemos de dejar ese privilegio de deleite únicamente a los turistas. Carboneros, colonia de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, abandera una tradición mantenida y alimentada con tesón a través de los 250 años que han transcurrido desde su colonización, llamada Pintahuevos. Esta tradición la trajeron los colonos alemanes que fijaron sus raíces en este pueblo durante el reinado del ilustrado rey Carlos III en el siglo XVIII. Yo, Carmen María de Carboneros, descendiente del colono alemán Mathias Neff, Ana M. Walter, y de otros, he comenzado la andadura de escribir en esta sección de Diario JAÉN y hago un homenaje en esta gratificante aventura compartiendo mis reflexiones sobre nuestra tierra, reivindicando tiempo para escudriñar entre nuestras tradiciones disfrutando de ellas, transmitiéndolas y haciéndonos eco de estas, pues son parte de nuestra identidad.