Constancia y unidad

Hemos tardado menos, de lo que yo podía pensar, en sacar a relucir la peor de las actitudes de esta sociedad de Jaén, el derrotismo. Solo han pasado dos semanas escasas de una extraordinaria manifestación de unidad, ante una decisión injusta e inmerecida sobre el Plan Colce, que además significó un reconocimiento general al trabajo bien hecho y a la respuesta de nuestros dirigentes municipales, pero como siempre, lo importante lo dejamos a un lado y volvemos a flotar sobre las ramas, eso sí tratando, algunos, de sacar rédito político a corto plazo, sin importar los intereses generales de esta ciudad y su futuro. Para conseguir un objetivo, tanto en política como en la vida, lo más importante es la constancia, entendida como la voluntad inquebrantable y continuada de hacer una cosa o en el modo de realizarla, esta constancia, ese tesón debemos insertarlos en el ADN de todos nosotros y olvidar intereses espurios, bastardos, al objetivo central, el futuro de Jaén. Ni el Alcalde Julio Millán, ni la Teniente de Alcalde María Cantos han olvidado su objetivo, han elegido caminos que no dejan de ser complementarios, su trabajo necesita nuestro apoyo, eso si, constante y con una unión inquebrantable. El final será más positivo y satisfactorio para Jaén.