Con el poeta Tomás Segovia

    11 ene 2021 / 12:40 H.
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    Poeta, dramaturgo, novelista y traductor (1927, Valencia, España-Ciudad de México 2011). A los nueve años de edad emigró con su familia a Francia, luego a Marruecos y posteriormente a México, su país de adopción, donde ha residido la mayor parte de su vida. Estudió filosofía y literatura en la Universidad Autónoma de México y en el año de 1957 ingresó como profesor de la UNAM, donde dirigió la Revista Mexicana de Literatura. Obtuvo una beca Guggenheim. Fue profesor de la Universidad de Princeton y director de importantes revistas americanas y europeas. Fue miembro del consejo consultivo del Diccionario de Español de México. Tras jubilarse volvió a España.

    Entre sus obras: La luz provisional (1950), El sol y su eco (1960), Anagnórisis (1967), Figura y secuencias (1979), Luz de aquí (1982), Partición (1983), Cantata a solas (1985), Lapso (1986), Orden del día (1988), Noticia natural (1992), Casa del nómada (1994), Fiel imagen (1997), Poesía, 1943-1997 (1998), Lo inmortal ( 1998), Misma juventud (2000), En los ojos del día. Antología poética (2003), Salir con vida (2003), Día tras día (2005), Sonetos votivos (2005 y 2008), Lúcido invierno (2006), Llegar (poemas 2005-2006) (2007), Siempre todavía (2008), Aluvial: (poemas 2007-2008) (2009), El tiempo en los brazos: cuaderno de notas (1950-1983) (2009), Sin nada en otro sitio (2009), Estuario (2011).

    En Anagnórisis, la errancia parte del viaje que emprende el nómada intercalando canciones a modo de coros. La música y la pintura son ejes de la obra segoviana, claramente en Cantata a solas, Anagnórisis, Figura y melodías e Historias y poemas.

    Nuria de Orduña Fernández, en la revista Microtextualidades: Revista Internacional de microrrelato y minificción, aclara que en Historia y poemas, Anagnórisis, Figuras y melodías, Partición, Cantata a solas y Orden del día, el poema en prosa es fundamental en la estructura compositiva. Con este género presenta tanto la experiencia interior, como la descripción de la realidad circundante, sirviéndole como estructura narrativa. En Partición —un libro que parte de la experiencia del regreso a España por primera vez desde su exilio y que le enfrenta con el desarraigo— se intercalan a lo largo de sus tres partes (“Cuaderno del Nómada”, “Cuaderno del aprendiz” y “Cuaderno del deseado”) poemas en prosa con los que conduce la narración y como descripción del proceso interior.

    Nuria de Orduña, en su tesis Una literatura extraterritorial: Tomás Segovia y la segunda generación del exilio mexicano, una poética americana, indica que Sonetos votivos son poemas eróticos que carecen de título salvo su numeración; es el encuentro sexual o bien como rememoración o como descripción de un encuentro que anhela; siendo muy descriptivos y dialógicos: /Toda una noche para mí tenerte/ [...]/ en los tesoros de tu carne pura,[...]/ tu cuerpo altivo junto a mí dormido/ de grandes rosas malvas florecido[...]/ cuando ya mis caricias no te quemen,/ mujer ahíta de placer y semen./.

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