Con el poeta Manuel Vilas

    07 ene 2022 / 16:42 H.
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    Manuel Vilas nació en Barbastro, España, en 1962. Se licenció en Filología Hispánica y ejerció como profesor de Secundaria. Ha colaborado en los medios de comunicación “Heraldo de Aragón”, “ABC”, “El País”, “El Mundo”, “La Vanguardia” y en los suplementos literarios “Babelia” y “ABC Cultural”.

    Entre sus poemarios tenemos El sauce (1982), El rumor de las llamas (1990), El mal gobierno (1992), Las arenas de Libia (1998), El cielo (DVD, 2000), Resurrección (2005), Calor (2008), Gran Vilas (2012), El hundimiento (2015), Roma (2020), y antologías como Poemas (2009), Amor: Poesía reunida 1988-2010 (2010), Antología poética (2015) y Poesía completa 1980-2018 (2019).

    Según Elena Torralba Albella, en su estudio Resurrección de Manuel Vilas. Análisis de la obra desde el punto de vista estético, Resurrección es una obra de simbolismo humorístico y grotesco que narra su visión del mundo contemporáneo, de lo que le ha tocado vivir, de ahí sus símbolos mundanos de la sociedad actual: McDonalds, autopistas, gasolineras, polígonos industriales... Con una apropiación individual de ellos. El carácter obsceno, agresivo y el tono irreverente de parte del lenguaje de Resurrección logra una comunicación directa y descarnada con el lector por su vitalidad y por su cercanía al lenguaje coloquial del momento histórico actual si bien no hay que confundirlo con un lenguaje poco cuidado, todo lo contrario, poetiza el lenguaje de la calle, mantiene un equilibrio entre el prosaísmo y el artificio poético... Por otro lado, este vitalismo en algunos de sus poemas viene cargado de denuncia, es un sí a la vida pero también a los desfavorecidos (mujeres maltratadas y en especial a los inmigrantes), como puede observarse en los poemas Flores, Mujeres, Gambas y Navajas, Americano, Canción, Camareras, y el segundo poema de la serie de Nueva York. La ironía nos sirve de espejo de esa mala conciencia, así en su poema Nueva York: /La vida es un fenónemo reciente en el universo, /La vida es la vanguardia, lo único interesante que ha pasado/en ese cielo de rocas heladas (trescientos grados bajo cero) /o rocas ardiendo (trescientos millones de grados) en los último/ mil millones de años, esclavizadas rocas, condenadas a girar/ en ese absurdo monumento, girando para nadie, porque nadie las vio. /Llevo a Walt Whitman en el corazón, en el gigantesco corazón, [...] /dije: el paraíso y la resurrección, demonio y fortaleza/ de la resurrección. /.

    En Amor (Poesía reunida, 1988-2010) trata el tema capital de la modernidad, la doble alienación del mundo y del sujeto, con su falta de trascendencia a través de los motivos de la conciencia escindida, el presente descentrado y el recuerdo. El resultado es una estética de la ironía y del fracaso, donde no ya la gran ciudad, sino todo el mundo globalizado aparece como ejemplo de la ruina de la sociedad burguesa y de la cultura capitalista, como indica Rafael Alarcón Sierra en Paraíso: revista de poesía, nº 8(2012), pp. 31-40.

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