Cesar la infamia

    14 feb 2021 / 17:56 H.
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    Soy obrero: siempre lo fui y a mucha honra. A lo largo de la Historia ha habido periodos en los que la lucha de clases se ha hecho patente, y a través de estos periodos, las clases menos pudientes han logrado conquistas que han servido para dignificar la vida de las personas, sobre todo las de estas clases menos pudientes. En las últimas décadas, la lucha de clases está ausente en el país de las Españas porque entre sus ciudadanos (los de arriba y los de abajo) la inmensa mayoría de los de abajo manifiestan que son clase media, y como tal se consideran y viven convencidos de que ya no es necesaria la lucha con las clases que están por encima y con las cuales se compadrean (idiotas utilizados para que consuman y mientras así sea ellos podrán seguir arriba). Menuda falacia. Eso es lo que vende el totum revolutum de la indecencia ante el propio atrevimiento de renegarse a sí mismos, todos, los unos y los otros. Pero la realidad es otra. La inmensa mayoría de quienes a sí mismos se consideran clase media; no llegan a fin de mes o viven de ayudas o subsidios sociales, están parados o tienen trabajos precarios, carecen de un techo seguro o han sido desahuciados... Explotación, opresión, injusticia o libre mercado, deshumanización o desigualdades... se puede llamar como a cada cual le convenga en democracia. Para descreditar o deshonrar la democracia de este país de las Españas, estas últimas razones enumeradas son más que suficiente, no es necesario argumentarlo, ni hay que recurrir entre otros o con decir alto y claro que en este país de las Españas hay presos políticos y también meten presos a quienes opinan rapeando como Pablo Hasél. Pero claro, la lucha de clases que nunca cesa para los de arriba, es más que latente y: Unas doscientas personalidades del mundo político, intelectual, académico, diplomático y económico han lanzado este jueves el manifiesto titular “Cesar la infamia” para pedir la destitución del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por cuestionar la normalidad democrática en España. Entre estas personas destacan antiguos dirigentes del PSOE como Joaquín Leguina o Nicolás Redondo Terreros, que preside la Asociación ‘La España que Reúne’, del Partido Popular como Soledad Becerril, o de Ciudadanos como Francesc de Carreras o el actual vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. Asimismo, firman el manifiesto entre otros el historiador José Alvarez Junco, Andrés Trapiello, Feliz de Azua, la filósofa Adela Cortina, Alvaro Delgado Gal, Rafael Spottorno o el exministro socialista y escritor César Antonio de Molina». Qué personajes. Curiosamente, todos estos del manifiesto: llegan a fin de mes o no viven de ayudas o subsidios sociales, no están parados y tienen trabajos nada precarios, tienen un techo seguro del cual no serán desahuciados... Estos son los de arriba, no los de abajo. En ganando vengan bollos, y perdiendo, ¡madre que me roban! ¿Quiénes son los infames?

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