¿Catedral del Pádel?

26 ago 2019 / 21:30 H.

El objetivo era ligar el turismo más exquisito al deporte más exclusivo en un entorno propicio para mostrar al mundo la monumentalidad de la capital. Jaén se unió a grandes ciudades internacionales, como Bruselas, Londres, Buenos Aires, Lisboa, Sao Paolo, México, Madrid, Barcelona y Valencia, a través de una organización que tampoco estuvo exenta de polémica. El Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, bendijo la celebración del World Pádel Tour (WPT) en la Plaza de Santa María durante dos años consecutivos y, a tenor de las circunstancias, no habrá un tercero. El giro del equipo de Gobierno, después de los comicios municipales, frena la oportunidad de festejar un acontecimiento deportivo de carácter internacional a los pies de la Catedral. Es una decisión política que quedó perfectamente anunciada en un programa electoral y que, aderezada por cuestiones económicas de sobra conocidas, hará que uno de los proyectos estrella del anterior alcalde, Javier Márquez, se convierta en papel mojado.

El director de expansión nacional de WPT, Luis Torres, está como el de la tragicomedia, “Esperando a Godot”, o como el de la película, “Sin noticias de Dios”. Ni el alcalde, Julio Millán, ni el concejal de Deportes, Carlos Alberca, mantienen contactos con la directiva desde su toma de posesión. Y viceversa. Tampoco la organización descolgó el teléfono para conocer las intenciones de presente y de futuro del nuevo Ayuntamiento. El caso es que, por unos y por otros, el tiempo apremia y la casa sigue sin barrer. El calendario del torneo está prácticamente cerrado y no solo peligra la celebración en la capital, sino que se da por hecho que Jaén, como Granada, perdió el tren para 2020. Lo más probable es que una ciudad del norte se beneficie de un cambalache que tiene al anterior equipo de Gobierno con la mosca detrás de la oreja.

El actual alcalde, inmerso en un verano con unos cuantos frentes abiertos, tiene claro que el WPT no se celebrará en la puerta de la Catedral. Está dispuesto a ofrecer lugares alternativos, como la Plaza de Toros o el Bulevar, por aquello de no perjudicar al principal monumento de la ciudad. También, quizás, porque cuando entra en juego la política no está de moda dar continuidad a proyectos de la parte contraria o, incluso, por tener la fiesta en paz con los socios de Gobierno, Ciudadanos, en desacuerdo con convertir el emblema de Andrés de Vandelvira en el escenario del Open. Interpretaciones hay como colores y, en todo caso, se abre un nuevo capítulo de debate, entre quienes están a favor de celebrar el torneo en la Plaza de Santa María y quienes consideran la iniciativa un desacierto. Julio Millán no solo escuda su decisión en el ataque a la monumentalidad, sino en los costes económicos que conlleva para las maltrechas arcas municipales y en su interés por celebrar otro tipo de actividades deportivas, más acordes con el entorno natural de la capital. Pone como ejemplo la Andalucía Bike Race, cuya organización está bastante avanzada para la próxima edición y en la que confía plenamente como proyecto de proyección turística de primer orden.

En el Partido Popular no dan crédito a la que se avecina. A estas alturas de la “película” ya deberían estar cerrados los flecos del World Pádel Tour y, sin embargo, nada de nada. La directiva nacional tiene claro que costó trabajo conseguir para Jaén el título de Catedral Mundial del Pádel, que no tiene sentido un cambio de escenario y que no hay tiempo material para poner encima de la mesa más alternativas. Destaca el retorno de 1,9 millones de euros que supone un acontecimiento deportivo de este tipo para Jaén y lamenta que los sucesores de Javier Márquez no se sumen al camino recorrido.