Cambio de rumbo

16 jul 2018 / 08:15 H.

Vaya por delante que los declarados “susanistas” abrazan la fe del “sanchismo” y los declarados “sanchistas” empiezan a mirar con buenos ojos al “susanismo”. Esto ya no es lo que era. La política cambia al son de la luna y los discursos de sus actores principales y secundarios sorprenden al más experimentado. La moción de censura que convirtió a Pedro Sánchez en presidente del Gobierno causó un terremoto cuyas réplicas se suceden en los cuatro puntos cardinales del país. En el Sur la magnitud se incrementa y, aunque todo hace indicar que no habrá ni daños materiales ni humanos, depara interesantes noticias con destacados titulares. El tema está en que llegó Alfonso Rodríguez Gómez de Celis a la Delegación del Gobierno de Andalucía y, entre bambalinas, se armó la de San Quintín. Su nombramiento fue considerado un triunfo más del “sanchismo” en tierra hostil, porque de todos es sabido que se masca la tensión en la relación política entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. La polémica continuó con la elección de los subdelegados del Gobierno, el verdadero despliegue del poder del presidente por todos los rincones de la comunidad andaluza. Sin embargo, Jaén fue harina de otro costal. Una candidata de consenso, Catalina Madueño Magdaleno, provocó un giro de los acontecimientos que todos pudieron visualizar en su toma de posesión oficial. No faltó ni Dios. Ni siquiera Jesucristo. Lo que ha conseguido unir Alfonso Rodríguez Gómez de Celis no lo podrá separar el hombre.

Hay que tener en cuenta que todas las miradas estaban puestas en Valeriano Bermúdez, el abogado de la Diputación Provincial de Jaén que se enfrentó a Francisco Reyes en la carrera hacia la secretaría general del Partido Socialista. Considerado la voz cantante de la corriente “sanchista” en la capital, hasta él llegó a pensar en el edificio de la Plaza de la Concordia como residencia temporal. Lo que ocurre es que, a todas luces, hubo negociación para que fuera una mujer del equipo de la dirección provincial y local, por supuesto de la cuerda de Susana Díaz, la interlocutora entre Jaén y el Gobierno estatal. La escenificación del acuerdo llegó el viernes pasado. La linarense Carmen Domínguez, presente en la fotografía de la puesta de largo de la subdelegada, se incorporó a la Subdelegación del Gobierno como asesora. Declarada como una fiel seguidora de Pedro Sánchez incluso antes de que abriera la carrera por el liderazgo federal, su presencia en el “palacio” de tan céntrica plaza no es fruto de la casualidad. La acompaña, como jefa de gabinete, María del Carmen Angulo, aliada de la calle Hurtado.

No hay más incorporaciones, por el momento, en el equipo de Catalina Madueño, que estrena cargo con un problemón con el agua en la comarca de El Condado. Todavía con las maletas sin deshacer, aterriza como puede en un puesto de relevancia en el que tiene unos cuantos frentes abiertos. Cuando termine de conocer a su gente, habrá más movimientos en cargos de confianza considerados segundos actores con un buen sueldo. Hay quienes dicen que Valeriano Bermúdez será el director general del Servicio Público de Empleo Estatal. Lo dicen quienes están enfadados con él por permitir que esto sea una balsa de aceite. Sin embargo, él niega la mayor: “No voy a ir ni a la Subdelegación del Gobierno ni a ningún sitio. Me quedo en la Diputación, me encanta mi trabajo como letrado”. De sus palabras se deduce que sus más y sus menos tuvo que haber en todo este embrollo, pero se limita a decir que él es un incondicional de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, un hombre de palabra hasta que se demuestre lo contrario.