La gota que colma

Al calor no debes acostumbrarte. La rutina, como un hábito adquirido gracias a nuestra fuerza de voluntad, nos abre una puerta hacia lo mejor y lo peor de nosotros. Comenzamos usando combustibles fósiles, el consumismo nos domina y acabamos negando la evidencia científica. De esta manera, el calentamiento global nos hace dependientes de una tecnología que nos cuesta pagar, demandamos un estado del bienestar donde nuestras necesidades básicas dependen de la oferta y la demanda de una economía que solo ha sido intervenida para beneficiar a unos pocos, los que nos dirán que nada puede ser cambiado. Un adulto infantil es un adlátere de los gustos que recibió de niño, de la falta de motivación y valores que le lleva a ver su vida como una necesidad creada, no como una obligación moral. Unos grados deshielan el Ártico, acaban con especies y provocan enfermedades de la misma manera que el placer nos vuelve inconscientes o el dolor, crueles. La costumbre debe de ser la práctica de la virtud, ya que si permitimos una injusticia las estamos permitiendo todas y, si ponemos un grano de arena para cambiar las cosas, lo estamos haciendo todo.