Callados y goleados

    18 dic 2022 / 16:00 H.
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    La cosa se pone fea... Bueno, mejor dicho, la cosa ya estaba fea pero últimamente está insostenible. Los precios suben como quien sube las escaleras del portal, los productos de primera necesidad están alcanzando el nivel de los de lujo, y los de lujo son ya un sueño inalcanzable... Pero no pasa nada, danos fútbol y cállanos las bocas. No puedo entenderlo, de verdad. Sueldos que antes eran medio dignos, ahora son calderilla que, con suerte, te dan para hipoteca, luz y una comprilla básicamente. Sueldos que antes eran buenos, ahora simplemente son medio dignos. Pero no pasa nada, veinte minutos de telediario con goles y aquí todo el mundo se queda embobado.

    La sanidad pública se va al carajo. La educación pública es básicamente un chiste a la hora de establecer un currículo o unos criterios de evaluación. Los servicios públicos se van privatizando sin casi darnos cuenta. La luz es un artículo de lujo que hace que imposible llegar a fin de mes. El gas, el agua, el pan, la leche, los huevos... Los huevos son los que nos faltan a una sociedad adormecida y quejicosa, acomodada y conformista, a una sociedad que se avergüenza y se indigna en conversaciones privadas, pero que no es capaz de tirarse a la calle y decir basta, que no es capaz de luchar por sobrevivir, que no es capaz de luchar por sus derechos básicos. No, no podemos perdonar un Mundial, porque el fútbol es fútbol, y qué más da si el día once de cada mes las cuentas son cuestas de los civiles, si ni a mitad de mes conseguimos estirar los sueldos... Porque, claro, hay gente que está peor, y mal de muchos, consuelo de tontos.

    Los corrillos de los bares entre fútbol y política de pandereta resuelven el problema. Los bares, esos lugares donde sabemos de todo y opinamos sobre todo, son asambleas de ciudadanos que no llegan a nada. El fútbol manda. La política ha dejado de ser política para convertirse en un bando contra otro, sin importar la ciudadanía, porque los que calientan sillones se preocupan más de encontrar el error del partido que tiene enfrente que de trabajar por el país, un país que no crece, que se hunde, que se empobrece y que solo llora porque la Selección Española ha sido eliminada... Y es que el fútbol es el mejor aliado de un gobierno y una oposición incompetentes ante los problemas y competentes en arrojarse mierda a la cara, que más que Congreso, Senado o Parlamento, es un Sálvame de ese que nadie ve pero que sigue siendo líder de audiencia. Pero no pasa nada, que rueden cabezas, como la de Luis Enrique, aunque el litro de leche se pague a un euro. Porque todos lo sabemos, más es importante es que el catalán este deje la selección a que llenemos la nevera. Sigamos callados mientras nuestros políticos se enfrentan entre ellos para entretenernos y adormecernos. Porque con la que está cayendo es mucho más interesante que un “calientasillones” tenga sus dietas a que nuestros hijos e hijas puedan estar en casa sin abrigo.

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