“American First”

19 oct 2019 / 11:08 H.

San Agustín, la ciudad más antigua del territorio de los Estados Unidos, fue fundada por los españoles, al igual que Los Ángeles, Tucson, San Antonio, Santa Fe o San Diego. La presencia de España en los Estados Unidos se extendió más de 300 años, desde 1513 cuando Juan Ponce de León llegó a las costas de La Florida hasta 1822 con la independencia de México. La ciudad de San Francisco fue fundada por colonos españoles en 1776. Construyeron un fuerte y crearon la misión en honor a Francisco de Asís. La tribu Yelamu, que poseía tierras en aquella zona, se unió a aquellos inmigrantes ilegales venidos de Europa para vivir y trabajar en la misión. Hoy, en la provincia de Jaén, un puñado de valientes han madrugado para obtener el primer aceite de cosecha temprana de esta campaña. Cuidan al detalle todo el proceso, sin golpear el árbol, con lienzos nuevos, vaciando con cuidado la fruta en un remolque limpio, cargado con menos de medio metro, que debe llegar a la almazara antes de las diez de la mañana, para evitar que las altas temperaturas afecten a la calidad del zumo. El sueño de estos valientes consiste en obtener el mejor aceite de oliva del mundo. A pesar del raquítico índice graso y de los exquisitos mimos recibidos por el árbol, estos emprendedores apuestan por sacrificar lo que sea necesario para conseguir los mejores aromas y sabores de un producto excelente y así llegar a los mercados más selectos del mundo. Un auténtico sueño americano. Este “American Dream” se refiere a los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito en la vida. Estos ideales, más universales que americanos, son la democracia, los derechos civiles, la libertad, la igualdad y la oportunidad. Hace unos días conocíamos la noticia de que esa botella de aceite de oliva virgen extra producida por nuestros paisanos tendría un arancel del 25% en Estados Unidos simplemente por ser español. Esta medida, impulsada por las políticas proteccionistas de Trump, afecta al aceite español, pero no al procedente de Italia o Grecia, consiguiendo a su vez dividir a Europa. El presidente americano reprende a los estados europeos que participan en la fabricación del Airbus como son España, Francia, Reino Unido y Alemania, pues supone una amenaza a la marca americana Boeing. Lo cierto es que la noticia sienta como jarro de agua fría después de las dificultades que hemos tenido para ganar a los italianos en la cuota del mercado del aceite de oliva en EE UU. Parece como si todos los bloques construidos por soñadores conquistadores de mercados se desvanecieran de un plumazo y nos castigaran a morder el polvo de la tierra de nuestros olivos, por soñar más allá de nuestro oficio. Un sentimiento en ascuas después de advertir que, en septiembre, en Jaén, volvemos a marcar la tasa de paro más alta de España. Por el contrario, en EE UU tienen la tasa de paro más baja en medio siglo, baten el récord de crecimiento, la confianza se mantiene fuerte, e incluso las empresas tienen dificultades para encontrar mano de obra cualificada, que seguro habrá en nuestra tierra dispuesta a cruzar el charco. Sin embargo, las políticas proteccionistas están generando una incertidumbre que difícilmente evitará una recesión a nivel mundial. Y todo por un dólar fuerte, por cierto, en otra época denominado duro o dólar español.