Adicciones, problema invisible

15 mar 2022 / 16:36 H.
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Desde hace varias décadas la sociedad ha dejado de considerar que las drogas sean un problema social grave. Se considera erróneamente que es un problema resuelto y no preocupante, aunque siga siendo un comportamiento repetido por todas las generaciones. La encuesta europea más reciente publicada por el Plan Nacional sobre Drogas reconoce que el 93 % de los europeos notificaron haber consumido cannabis en los últimos 12 meses. El MDMA/éxtasis, la cocaína y la anfetamina fueron las siguientes sustancias ilegales más notificadas. En España según una encuesta del 2021 el inicio de consumo a las adicciones se inicia a los 14 años. E alcohol es la sustancia psicoactiva con mayor prevalencia de consumo entre los estudiantes de 14 a 18 años: el 73,9% de los jóvenes reconoce haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida; el 70,5% lo ha hecho en el último año y el 53,6% en el último mes. A estos datos, hay que unir la adicción que los juegos de azar, sobre todo los juegos online están ocasionando en la última década. Hay una baja percepción de riesgo ante los diferentes consumos de drogas, pero las demandas de tratamiento no dejan de incrementarse año a año. Es interesante destacar cuando se analiza este problema, que sólo 1 de cada 5 estudiantes dice estar informado sobre el consumo y el impacto de las drogas, y sin embargo, la mayoría piensa que una mayor educación sobre el fenómeno prevendría y reduciría el problema.

Cuando hace años abordé este asunto como responsable de la política social del gobierno de España, en la que se incluía el Plan Nacional sobre Drogas, conocí a magníficos profesionales que desde 1985 han venido trabajando en estrategias y acciones para prevenir, reducir el daño, reducir la oferta y ofrecer buenos servicios de atención y rehabilitación a miles de personas que se quedan enganchadas por el camino. Hoy ha cambiado el paradigma ante las adicciones, y se han biologizado los trastornos adictivos. La sociedad ha dejado de considerarlo un problema, porque hemos dejado de ver por las calles a los yonkis de la heroína. Pero el problema social sigue ahí. España sigue estando a la cabeza de Europa en consumo de canabis y cocaína, que afecta a más del 2% de ciudadanos. Esto significa que miles de familias están destrozadas por las consecuencias de la desgracia personal y familiar que suponen estas adicciones. Un auténtica infierno para las familias y un veneno que mata y deja en los márgenes de la vida a miles de jóvenes.

Nuestros pueblos jiennenses lamentablemente no son ajenos a este problema y hay demasiados jóvenes que recurren a las adicciones por diferentes factores psicosociales. Mientras tanto, los llamados CPD se han convertido en centros administrativos sin capacidad de dar respuesta. Existen magníficos profesionales, pero no es el caso de los que me he encontrado en la provincia de Jaén y especialmente en el centro de Linares, que languidece entre falta de personal, desmotivación, burocracia y falta de sensibilidad. No he visto cosa igual en mi vida profesional. Los servicios sociales siguen siendo el pilar para una sociedad del bienestar que de respuesta a los problemas a los que nos afrontamos en nuestra vida cotidiana, y de su profesionalidad depende la vida, la dignidad y el bienestar de muchas familias. Por eso es importante no descuidar y vigilar la profesionalidad de unos servicios tan necesarios.

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