Acceso y disfrute del patrimonio cultural

El disfrute y acceso del patrimonio cultural constituye el último objetivo de la tutela patrimonial, como fundamental derecho del Estado social. En concreto este derecho se concreta, por un lado, en un conjunto de obligaciones que deben asumir los poderes públicos competentes en materia de salvaguardia, promoción del desarrollo, difusión de los bienes culturales y conservación; y por otro lado, en un aspecto jurídico privado referido al derecho colectivo e individual que posee la ciudadanía a la hora de acceder a su conocimiento; a disfrutar de sus creaciones; a exigir a los poderes públicos la ejecución de sus responsabilidades; así como el derecho a la pluralidad cultural dentro del Estado.

Bajo este nuevo paradigma, la sociedad, los grupos sociales, las comunidades dejan de ser concebidos como receptores, y se convierten en sujetos activos y creativos en la generación de conocimiento. Pero en muchas ocasiones los procesos de turistización y espectacularización del patrimonio cultural han comportado contradicciones en lo referente al adecuado uso y disfrute por parte de la población local, mermando su goce colectivo y capacidad de acceso.