A través de mi ventana

Yo tengo un gato. Cariñosamente lo llamamos Gatete. Y lo que son los animales, él evidentemente no tiene ni idea de qué ocurre, ni de la situación en la que vivimos actualmente, pero lo que si puedo asegurar es que él está realmente contento. Él sabe que algo extraño ocurre porque no es normal tenernos a todos en casa las veinticuatro horas del día juntos, no puede decirnos nada pero si se expresa a cada momento con gestos de gratitud, y con comportamientos de alegria, no termina de creerse lo que está compartiendo con nosotros, y cuando cae la noche, no quiere que termine, comprometiéndonos con juegos y saltos, por si acaso al día siguiente tuviéramos que volver a nuestra rutina de siempre. Todos los días a las ocho se asoma con nosotros a la ventana, y le falta aplaudir, curiosea al igual que nosotros a nuestros vecinos, y observa la calle,y al cielo, todo de un modo extraño; él nota también la ausencia de gente, de tráfico, mira y escucha el silencio, el cantar de los pájaros. Me encanta observarlo, porque aprendo de él, me enseña dia a dia, que a pesar de estar viviendo una situación tan excepcional en todos los sentidos, ante todo, hay que mostrar gratitud por tantas y tantas cosas, y por tantos momentos vividos. Hoy aprendemos a descubrir un mundo nuevo a través de una ventana, y curiosamente a través de los ojos de un gato.