A Jaén le toca ya
En febrerohemos podido comprobar que en Jaén “ha vuelto a llover sobre mojado”. En efecto, la provincia y su capital han sido “ninguneadas” una vez más (Plan Colce), como lo fueron en el diseño de la Alta Velocidad Española (AVE) y en tantos otros proyectos. Todo ello en una provincia con un gran atraso secular. Veamos, a este respecto, algunos datos concretos: Entre 2007 y 2019 Jaén pasó de tener 664.742 habitantes a 633.564, es decir, una pérdida de más de 31.000 residentes, mientras que Andalucía incrementaba su población en 400.000 personas y España en 2 millones, durante idéntico periodo. Además, perdemos población porque nuestro crecimiento vegetativo viene siendo negativo desde 2015 y porque el saldo migratorio es igualmente desfavorable, es decir, se van más de los que vienen.
Jaén, prácticamente de forma permanente, viene ocupando los últimos lugares del ránking provincial de renta pér cápita. Así, con cifras de 2018 —las últimas publicadas—, la renta disponible media era en Jaén de 17.005 €/habitante, mientras que la media andaluza se situaba en 19.306 y la española en 22.634 por habitante. Jaén es, asimismo, una de las provincias con mayor nivel de paro de España. En concreto, en 2020 la tasa de desempleo fue del 24 por 100 de la población activa, mientras que en Andalucía la media se situó en el 22,3 por 100 y en España en el 15,5 por 100. En suma, nuestra tasa de paro es casi 9 puntos porcentuales superior a la media del país. Además, el mercado de trabajo adolece de una fuerte temporalidad (el 97,75 por 100 de los contratos celebrados en 2020 tuvieron este carácter) y una acentuada estacionalidad.
En una provincia con fuertes déficits de infraestructuras, la inversión en obra pública es muy inferior a la que se lleva a cabo por las diferentes administraciones públicas en el resto del país. En 2020, según Seopan, la inversión en obra pública —estatal, autonómica y local— fue de 146 €por habitante, cifra que se elevó a 239 en Andalucía y hasta los 297 €por habitante en España. Ahora bien, Jaén es una provincia muy extensa, por lo que si esta ratio la construimos con relación a la superficie, las cifras son todavía más esclarecedoras: en Jaén se invirtieron 6.840 kilómetros cuadrados, en Andalucía 23.140 y en España 27.900, es decir, la inversión en obra civil y en edificaciones públicas fue en esta provincia apenas el 30 por 100 de la media andaluza y el 25 por 100 de la nacional. Desde luego en Jaén no ha habido una discriminación positiva, a pesar del evidente atraso relativo.
No me cabe duda de que este sería un momento más que adecuado para que esta provincia reivindicara un trato más equitativo y redistributivo por parte de las administraciones públicas y que en el ámbito de las infraestructuras, por ejemplo, se pudiera contar con una línea ferroviaria de altas prestaciones Jaén-Córdoba, que nos uniera con el AVE; se mejoraran los actuales servicios ferroviarios que se prestan hacia Madrid y hacia Córdoba-Sevilla, ello tanto en tiempo como en horarios; se concluyera la Autovía A-3, Bailén-Albacete, que nos permita conectarnos con el Levante español; así como que se avanzara en la construcción de la A-316, la denominada Autovía del Olivar (Úbeda-Estepa); se impulsara la mejora de las infraestructuras de banda ancha y la cobertura de telefonía móvil, todavía muy deficientes en determinadas áreas de la provincia; se construyera definitivamente un centro logístico en el norte de la provincia, que permitiera rentabilizar nuestra estratégica posición geográfica, y así podríamos continuar con una larga lista de proyectos pendientes, no solo en el campo de las infraestructuras, sino también en el medio ambiente, en las tecnologías, el olivar, el turismo, la cultura, la sanidad o la educación.
Quizás habrá que aprovechar la pérdida de esta inversión tan anhelada, como era el Plan Colce, y reivindicar un trato favorable de las diferentes administraciones que permita sentar las bases para un mayor desarrollo futuro de nuestra provincia, haciéndola atractiva para la inversión privada que es la que, finalmente, crea empleo. En definitiva, que a Jaén le toca ya.