Un juez es el que decidirá si se lanza o no la pava en Cazalilla
Pacma solicita medidas cautelares para prohibir esta tradición, que ahora es delito


Si el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén acepta la petición del Partido Animalista-Pacma, la pava no se tira desde el campanario de Cazalilla el próximo día de San Blas, al menos, en teoría. La organización solicitó la aplicación de medidas cautelares para impedir esta tradición, al entender que supone “maltrato animal”. El coordinador provincial de Pacma, Manuel Serrano, asegura que se trata de una vulneración del artículo 337 del Código Penal, un delito, en definitiva, tras la reforma aprobada por el Congreso. Ante esta petición, su señoría Miguel Sánchez Gasca requirió el informe pertinente a la Fiscalía que tendrá que emitir la responsable del área de Medio Ambiente del Ministerio Público, Isabel Uceda. La idea de Sánchez Gasca es resolver la cuestión mañana o el lunes.
¿Qué puede ocurrir? Si el juez así lo estima conveniente, ordenará a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que hagan todo lo que sea preciso para que el ave no sea arrojada desde lo alto de la torre de Santa María Magdalena. Esta tradición, que data del siglo XVIII, consiste en que, al concluir la procesión del patrón, un vecino tira a la gallinácea para que otro paisano la recoja y se la lleve a su casa donde, como aseguran los cazalilleros, debe morir de vieja. Estos defienden que la pava elegida no sufre. La aplicación de medidas cautelares supondría que la Guardia Civil, en cuya demarcación se desarrolla esta celebración, tiene que impedirlo. En cualquier caso, el que se atreva a lanzar el animal cometerá un delito a ojos de agentes del orden. Y es que la presencia de uniformados está asegurada, sobre todo, después de los incidentes del año pasado, con agresiones entre partidarios y detractores de la polémica festividad.
El responsable de Pacma confía en que se tengan en cuenta sus peticiones y que se siente así un precedente que acabe con esta parte de la fiesta. Recuerdan que, antes de la reforma del Código Penal, la Junta de Andalucía ya imponía sanciones administrativas por el lanzamiento, a lo que hay que sumar la vía penal, que ya se puede abrir. Lo que sí está claro es que Pacma no estará presente en Cazalilla el día de la pava, para evitar enfrentamientos, al entender que los ánimos están caldeados y que son muchos los detractores y partidarios de esta expresión del folclore jiennense, que no solo es querida por los cazalilleros, sino que también despierta gran interés en Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina o LaHiguera.
Pacma también llamó a las puertas de la Junta, a la que reclamó que ponga medios para frenar esta costumbre y también a las del Obispado, titular de la parroquia, con el objetivo de que vele para que nadie suba al campanario a tirar desde lo alto una pava por San Blas.
Los representantes de Pacma fueron recibidos ayer en la Subdelegación del Gobierno, donde se les dejó claro que no habrá alteración del orden público en el festejo que se celebra en Cazalilla. El subdelegado, Juan Lillo, al que acompañó el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil, Luis Ortega, explicó que el Estado no es el competente para suspender la actividad, por no tener competencias sobre maltrato animal en la comunidad. Las Fuerzas del Orden tampoco pueden adoptar medidas cautelares sin que lo ordene la autoridad judicial, pero a Pacma le dejaron claro que se localizará a aquel que lance la pava y que, llegado el caso, se frenará el festejo.
presión . Pacma tiene ya unas 49.000 firmas que reclaman a la Junta que evite el lanzamiento de la pava y a la Iglesia que, en cumplimiento de la encíclica papal, “Laudato Si” haga lo mismo.
antecedentes. La polémica sobre la tradición de tirar la pava crece años tras año y llegó a su clímax la pasada edición, cuando un grupo animalista intentó hacerse con el ave tras ser arrojado desde el campanario.