Los mejores vendimiadores

Una bodega de Burdeos confía en los valdepeñeros desde hace ya 54 años

07 oct 2016 / 12:38 H.

Los primeros valdepeñeros emigraron a la vendimia en 1962, con destino a la ciudad francesa de Burdeos, a la Gran Puig la Coste en Cateau y ducru Beaucalleau. Los pioneros fueron los hermanos Pedro y Antonio Estepa, ya fallecidos. Trabajaron en las vides galas durante quince años, hasta que se jubilaron. Después, continuó Francisco Prieto, que les cogió el testigo y que lleva 39 años de temporero. De esta forma, son ya 54 años en los que un grupo de valdepeñeros tiene como patrones a la misma saga francesa.

La marcha de los temporeros cada año es un alivio para la economía de Valdepeñas de Jaén, un pueblo de unos 4.000 habitantes que aporta casi la mitad de su población para los trabajos de vendimia en La Mancha y la recogida de la manzana y la vid en el país vecino de Francia. Son muchos los grupos que parten a distintos lugares, cuadrillas que van desde las diez a las doscientas personas, organizadas por distintos encargados, con gran experiencia. El contingente lo componen en su mayoría jóvenes estudiantes, que marchan para una temporada de unos quince días de trabajo, en la que ganan unos 1.200 euros.

La mitad de la cuadrilla ya está en la Gran Puig la Coste en Cateau ducru Beaucalleau y, el resto lo harán, en breve, para incorporarse a una empresa agrícola. Todas las personas que han trabajado allí a lo largo del último medio siglo, hablan bien de los patrones: buena comida y buen alojamiento, en un lugar maravillosamente bonito por sus paisajes y un ambiente de trabajo y de amistad envidiable. Es por lo que la marcha está llena de alegría cada año. En Valdepeñas de Jaén la población se ve reducida a la mitad de sus habituales habitantes cada año con la llegada del otoño, a cambio, las ganancias obtenidas por estos trabajos repercuten muy favorablemente en las familias y, este año más, porque la temporada de aceituna que se prevé que será corta y estos ingresos extra son un alivio. Antiguamente, solo emigraba una persona por casa, aunque, últimamente, se suman todos aquellos que estén en disposición y tengan ganas de trabajar. Francisco Prieto es el responsable de llevar este grupo desde Valdepeñas desde hace 39 años, por encargo de la empresa francesa. Deja claro que, cada año, se ve más desbordado por la cantidad de gente que se ofrece. Lo mismo ocurre en la campaña de verano, en la que se requiere menos personal, cuando se buscan trabajadores para el cuidado de las cepas. Esta buena acogida de la oferta denota la necesidad de las familias de ganar un sueldo digno y, además, la obligación de justificar las jornadas necesarias ante la administración para poder percibir el desempleo.

el mejor encargado posible

Francisco Prieto es el que acompaña al importante grupo de vecinos que trabajarán en la vendimia, cerca de Burdeos, y que se preparan para tomar el autobús. Cada año son muchas las solicitudes que recibe, lo que demuestra tanto la buena fama de los valdepeñeros en las vides galas como las favorables condiciones laborales de los patrones del país vecino, ofrecidas desde hace ya 54 años.