Gran apuesta por la calidad

La presencia de cuatro aceites jiennenses premiados en los prestigiosos galardones Mario Solinas, de carácter internacional, deja muestra de la importante apuesta por la calidad del sector en los últimos años. Antes era complicado encontrar un producto de la tierra entre los reconocimientos que se convocan desde diferentes organizaciones y, sin embargo, ahora es difícil hallar entre los distinguidos alguna propuesta que no sea de Jaén. Se presentaron candidatos de once países, lo que refleja la importancia de una convocatoria que, además, este año se resolvió con la entrega en la capital, en el marco de la 116 sesión plenaria del Comité Oleícola Internacional. Cuatro aceites jiennenses son los premiados, tres en la categoría de verde intenso: Oleícola San Francisco (Baeza), primer premio; la SCA San Vicente de Mogón (Villacarrillo), segundo premio, y la SCA Bedmarense (Bedmar), finalista; y otro en la de pequeños productores para Cortijo de La Loma. Ni que decir tiene que los galardones, que se estrenaron hace veinte años, son una fuente de inspiración para el sector y un acicate para que los productores tomen conciencia de que el futuro del aceite de oliva está en la calidad. Es la única manera de conquistar mercados en los que todavía no ha calado hondo esta grasa vegetal con sobrada capacidad para dar de comer a miles de familias, luchar contra la despoblación y respetar el medio ambiente en un contexto de lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. Acostumbrados como estamos a vender a granel en un porcentaje que no se puede permitir, el valor añadido está en el envasado y en la exportación a aquellos lugares que, como China, representan un reto para todos los agentes de la cadena.