Por qué cambiamos la hora y hasta cuándo se mantendrá esta práctica
La decisión de la UE de suprimirla está en el aire, así que el cambio habitual de primavera será este domingo de madrugada
Será el primer cambio de hora del año, en la madrugada del sábado al domingo, 26 de marzo. A las 02:00 horas tendremos que adelantar los relojes a las 03:00. Hay que recordar que el cambio de hora ajusta, básicamente, el horario laboral con la luz solar y busca un mejor aprovechamiento energético. la segunda vez que cambiamos la hora durante el año es el último domingo de octubre. Esta práctica genera controversia, tiene defensores y detractores. De hecho, en 2018 se hizo una consulta en Europa en la que más del 80% d de los participantes en este sondeo (4,6 millones) apoyaban acabar con el cambio de hora. La Comisión Europea tomó cartas en el asunto y propuso terminar con ella en 2019, aunque después prorrogó la fechas hasta 2021: no fue posible ponerla en práctica porque no hubo acuerdo de los Estados miembros al elegir qué franja horaria adoptaría cada país. Y en esas estamos. Este domingo la cambiamos como estamos acostumbrados cada primavera.
En España, como en otros países eruropeos, se decidió en 1974, coincidiendo con la primera crisis del petróleo. Entonces adelantamos el reloj una hora para aprovechar mejor la luz del sol. ¿Hay realmente ahorro energético? Este es el argumento que esgrimen sus defensores. En este sentido, Endesa aportaba un dato en 2021, cuando estaba previsto suprimir los cambios. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), el ahorro en España por el cambio de hora puede representar un 5% del consumo en iluminación, lo que equivaldría a 300 millones de euros. De esos millones 90 corresponderían a los hogares, con un ahorro de 6 euros por cada uno de ellos, y el resto, 210 millones, sería del sector servicios y de la industria. Sin embargo, los detractores de la práctica cuestionan el ahorro, fudamentalmente por los horarios amplios que se prolongan más allá de las 18:00 horas. Hay estudios que corroboran que lo que se puede ahorrar por las mañanas se pierde por la tarde. Controversia también hay sobre los efectos de los cambios horarios en la salud. Se ha escrito que puede provoca, aunque con levedad, síntomas parecidos a los del ‘jet lag’: fatiga, cansancio general o dificultad para conciliar el sueño, entre otros. La pelota sigue en el alero de la Comisión Europea y de sus países miembros.