Crónica: Baño de goles en Marbella
José Eugenio Lara /Jaén
El Real Jaén tuvo la feliz idea de celebrar con una goleada interesante la clasificación matemática para la fase de ascenso y se dio un baño de autoestima en un partido que lo hizo suyo desde el primer momento. No se complicó el desarrollo como en Águilas y se adjudicó una victoria llena de contenido y detalles.
José Eugenio Lara /JaénEl Real Jaén tuvo la feliz idea de celebrar con una goleada interesante la clasificación matemática para la fase de ascenso y se dio un baño de autoestima en un partido que lo hizo suyo desde el primer momento. No se complicó el desarrollo como en Águilas y se adjudicó una victoria llena de contenido y detalles.
El Real Jaén se conectó al juego de manera inmediata. El primer gol llegó incluso antes que la imagen. Fue inminente. Nació en un saque de esquina del Marbella que el equipo jiennense lo convirtió en un contragolpe demoledor. Las piernas de Toledo tienen una marcha más que las de los rivales. Recibió la pelota y emprendió la arrancada. Pasó a los contrarios con una velocidad de vértigo y se plantó solo ante Ariza. Con maestría salvó al meta y llevó el balón a la red. Impresionó el conjunto de Cervera en sus maniobras. Concentrado, rápido, ligero en los movimientos y con una presión tenaz agarró el juego con una superioridad casi insultante. Era la forma de afrontar el compromiso ante un rival depresivo, ya descendido y con los ánimos por los suelos. No tuvo tiempo de levantarse. En un centro fabuloso de Fran Machado por la izquierda Mena empalmó una volea preciosa que, tras el bote, sorprendió a Ariza. Ni un minuto de respiro. Poco después, la presión de Solabarrieta en el área rival le permitió forzar el fallo de Soldevilla. Le dejó el balón en los pies y el vasco definió con clase y agradeció el regalo. Media hora y todo resuelto. El Real Jaén aprendió la lección de Águilas y puso medios para evitar la repetición.
La actitud de los jiennenses fue sobresaliente, la apropiada para refrendar pronto la victoria y evitar riesgos innecesarios. El tres a cero proporcionó sosiego y tranquilidad en el grupo de Cervera. No fue tan intensa la segunda mitad, que dejó imágenes sorprendentes, como los errores de Gerardo en dos salidas que Moyano y Tano se encargaron de enmendar; el mal gesto de Esparza cuando fue sustituido —no respondió al saludo de su entrenador— y el gol de Tano en una jugada a balón parado. El segundo periodo no tuvo el dinamismo del primero, algo natural por la claridad del resultado. El Real Jaén se dio un festín y un baño de goles, un baño físico al que se resistió Cervera cuando sus jugadores quisieron mojarlo por la clasificación. El pase quedó certificado el sábado, pero fue rubricado ayer con cuatro perfiles distintos, como hacen los buenos equipos. Aquí no faltan goles. Hubo hasta con destalles. En esta ocasión, sin embargo, no fallaron ni el Melilla ni el Granada CF, pero la lucha sigue. Al menos queda un consuelo: la promoción ya es un hecho.