Sánchez da por cerrada su etapa y delega sus títulos en el consejo

Carlos Sánchez anunció ayer en el transcurso de la junta general de accionistas que sería la última que presidiría, por lo cual ya dejó implícita su marcha de la entidad, algo que ha venido reiterando en las últimas semanas. Finalizado el cónclave confirmó también ante los periodistas que abandona el Real Jaén después de siete años al frente de él, desde octubre de 2003. “He decidido marcharme por cuestiones personales, familiares, económicas y de salud. El jueves tuve un encuentro con tres grandes amigos que me hicieron ver la luz al final del túnel. Hay gente que no me quiere. Así lo han manifestado. El equipo y el cuadro técnico, tampoco. Por lo tanto, sobro. Ya dije: me iré cuando me tenga que marchar. Ha llegado el momento. Esta es mi última comparecencia”, llegó a decir. Reconoció errores, pero también aciertos en sus siete años de gestión, aunque hizo hincapié en que dice adiós con su conciencia muy tranquila.
    Sánchez se ratificó en su despedida, pero aún no ha dimitido de manera oficial, porque ese trámite debe realizarlo ante un notario, según confirman fuentes jurídicas del Real Jaén SAD. Seguramente lo hará en las próximas horas o a lo largo de la semana próxima. Además, la dimisión se llevará a cabo como presidente del consejo de administración de la sociedad, pero no como máximo accionista, algo que sólo se producirá cuando realice la transacción accionarial. Su intención es consumar la operación en un plazo no superior a una semana. Sánchez recalcó que hace depositario de sus títulos al consejo de administración, un hecho irrelevante y sin trascendencia desde el punto de vista jurídico, porque el consejo sólo tiene la misión de administrar la sociedad, pero no de actuar como depositario o delegado de las acciones. Así lo explican las citadas fuentes. “Eso es una entelequia jurídica”, apostillan. La decisión de entregar sus títulos al consejo, cuya configuración es la misma que hasta ahora, se explica por su voluntad expresa de que sea este órgano el que determine el grupo que debe asumir la nueva dirección de la sociedad. “Que ellos decidan la opción que más le interesa al Real Jaén. No lo decidiré yo”, subrayó.
Carlos Sánchez habló de tres grupos con aspiraciones de llegar al Real Jaén SAD, cuando en la víspera de la junta desveló en JAEN la existencia de cuatro alternativas. No es descartable que alguna de esas opciones barajadas se haya integrado en alguna otra. Por el momento, los grupos que aspiran a quedarse con el Real Jaén SAD son el de Rafael Teruel, el de Manuel Gil Vázquez y un nuevo grupo andaluz con solvencia y prestigio empresarial. Sánchez admitió que la alternativa más sólida es la de Teruel, la persona que ha auditado las cuentas y que en un momento llegó a ser vicepresidente y director económico durante su mandato. Ha estado en dos etapas en la entidad e incluso asistió el pasado lunes en Málaga a la reunión con Gil Vázquez. Fue en su condición de amigo personal del máximo accionista. “Es la alternativa que más tranquilidad me da”, indicó. En esa pirámide de preferencias, la opción de Gil Vázquez es la tercera, porque el propio empresario malagueño planteó ser el último recurso, aunque, como desveló ayer JAEN, Sánchez quería que fuera el primero. Por ello, el todavía máximo accionista también varió la escala de valores. El jueves dejó claro que el proyecto de Gil Vázquez partía con cierta ventaja sobre el resto, aunque el de Teruel, según reconoció también, había cobrado fuerza. Ayer, no obstante, los papeles se intercambiaron de forma sorprendente.
    Del proyecto de Rafael Teruel poco se conoce. Ni siquiera ha desvelado el grupo o grupos que lo respaldan para salvar al Real Jaén del duro trance en el que se encuentra. Sí cuenta con el apoyo municipal, como él mismo desveló, y ahora espera cubrir todos los pasos que le quedan para hacerse cargo de la sociedad. Su entrada en el Real Jaén puede significar, además, el regreso de personas conocidas y de gran relevancia social. Tiene un objetivo básico y prioritario: levantar una entidad que se derrumba. José Eugenio Lara / Jaén