Real Jaén.- Escaso fútbol 1-1

José Eugenio Lara /Jaén
La Victoria fue ayer una fiesta, con cerca de 7.500 espectadores en las gradas, pero el Real Jaén acudió demasiado tarde, solo en la media hora final. Fueron necesarios un gol en contra del Betis B y la salida de Pedro al terreno de juego para que el equipo de Manolo Herrero se uniera al ambiente festivo que se vivió en el graderío.

    27 feb 2011 / 10:08 H.


    La afición respondió y el Real Jaén, no del todo. En un recinto con un excelente aspecto, el equipo de Manolo Herrero permaneció adormecido muchos minutos, enredado en un césped impresentable y vergonzoso, y sin soluciones para superar a un filial bético aseado, pero sin demasiados recursos. El Real Jaén tiró por tierra casi una hora de partido, en la que estuvo espeso, desordenado y sin una directriz clara.  No se acercó apenas a la meta del inseguro Razak, porque se perdió en el tráfico denso que hubo en la parcela central. Un mal control, un pase defectuoso o una conducción inoportuna frenaron siempre el intento de crear alguna acción de peligro. Es imposible rasear el balón en un terreno de juego impropio para practicar el fútbol. Ni estuvo inspirado el equipo ni el campo le favoreció en absoluto. Por ello, la pelota apareció casi siempre colgada en el aire. Un suplicio. La primera parte fue de las peores de la temporada en La Victoria. El Betis B estuvo algo menos contemplativo que el Real Jaén, pero tampoco enlazó ataques eficaces. Se aproximó más al área de Tejera, pero sin excesiva convicción. Al menos, no perdió nunca el control del juego.
    El principio de la segunda parte fue una prolongación de la primera, hasta que se acercó el cuarto de hora. En ese momento los béticos empezaron a articular contras peligrosas. En una de ellas llegó el formidable gol de Kike. Pudo sentenciar el filial un minuto después en una acción similar, pero, en esta ocasión, Tejera estuvo muy acertado y dejó vivo al Real Jaén. El tanto en contra y sobre todo la salida al terreno de juego de Pedro activaron al conjunto de Herrero y le dieron la energía, el vigor y la intensidad que no tuvo hasta ese instante. Pedro acaparó todo el protagonismo ofensivo, aunque el equipo estuvo más despierto. A partir de la hora de juego, el Real Jaén asumió el mando del partido y empujó fuerte a su rival, que empezó a notar síntomas de cansancio. Pedro fue protagonista de un penalti que el árbitro interpretó como falta en ataque. Fue el pórtico del empate, en un espléndido remate de cabeza del cordobés. Pudo Pedro desnivelar el marcador en otro cabeceo, posiblemente más fácil que el del gol, pero, esta vez, no acertó, solo ante Razak. El Real Jaén acudió demasiado tarde a la fiesta y perdió la oportunidad de brindar un hermoso triunfo a una afición rendida al esfuerzo de los profesionales.