El Mancha Real pierde por la mínima en Badajoz y no logra subir de categoría 1-0

A treinta minutos de la gloria. El Atlético Mancha Real aguantó y lució hechuras de equipo de Segunda B durante casi una hora, tiempo que tardó el Badajoz en desnivelar el partido. Una indecisión de la zaga mancharrealeña originó la fatídica jugada. Tete, el futbolista más determinante de los pacenses, aprovechó el error y Mendoza lo derribó dentro del área. Ruby no perdonó. Engañó al meta del Mancha Real y convirtió el tanto decisivo. Hasta entonces, el conjunto que dirige José Jesús Aybar demostró una seguridad intachable. No lo intimidó ni el excelente aspecto que presentó el Nuevo Vivero de Badajoz ni el hecho de tener enfrente a un club histórico. Salió al terreno de juego  consciente de estar ante una oportunidad única. Necesitaba mantener la puerta a cero y buscar un gol que se antojaba vital. Pudo llegar al cuarto de hora. Una internada de Nando por la banda izquierda terminó en un remate de Pablo que se marchó fuera por poco. Fue la mejor ocasión de un primer acto equilibrado. El Badajoz manejó el balón con soltura, aunque no logró abrir rendijas en el pétreo sistema del Mancha Real. Mendoza apenas tuvo que emplearse. La nota negativa fue la tempranera lesión de Vitu. El  delantero del Mancha Real recayó de su dolencia de tobillo en una jugada aislada y tuvo que abandonar el choque en el minuto diecisiete. Álex fue su relevo en el terreno de juego. Enfrente, el Badajoz sólo inquietó por mediación de Tete. El extremo pacense hizo gala de una zurda exquisita y monopolizó el escaso peligro creado por los locales. Al descanso, el sueño verdiblanco se mantenía intacto.
Sin embargo, el equipo de Aybar se desdibujó a la salida de vestuarios. Antes de la jugada del penalti, Mendoza salvó el primer tanto al desviar con los pies un mano a mano con Toni. No tuvo la misma suerte ante Tete minutos después. Derribó en su salida al fino futbolista del Badajoz y el colegiado decretó la pena máxima. El acierto de Ruby alejaba la gloria, aunque faltaba media hora de partido para buscar el tanto salvador. Ayudó el Badajoz. El cuadro de Alfonso Muñoz replegó alas a la espera de la respuesta del rival. Amenazó en una sucesión de contragolpes, pero el Mancha Real afrontó los últimos minutos con opciones de obrar el milagro. La mejor oportunidad llegó en el añadido. Un saque de banda de Salva desembocó en una sucesión de rechaces dentro del área. Chico remató, el balón cogió dirección a portería y un defensa desvió la trayectoria. Iba dentro. Ahí estuvo el ascenso, que el Mancha Real todavía puede agarrar en las dos eliminatorias que debe jugar pese a  hincar la rodilla en el Nuevo Vivero. Hoy conoce el nombre del próximo desafío.